El chatín, guapo por dentro y por fuera

No estoy en contra de que los artistas expresen públicamente sus preferencias políticas si se sienten cómodos haciéndolo. No veo por qué no, aun a riesgo de ganarse tantas simpatías como antipatías y a sabiendas de que eso puede afectar a la percepción que el público tiene de ellos y, por tanto, a su trabajo.

Uno de esos cuya tendencia hemos conocido siempre es el señor Arturo Fernández, actualmente octogenario y encasillado en el papel de galán. "Actuar sobre el escenario es lo único que sé hacer", afirmaba ayer. Pues perfecto, que vaya a verlo quien guste de su talento -y de su belleza...-. No diré en este caso que opine lo que quiera públicamente, porque si uno no es capaz de hacerlo desde el respeto, los argumentos y la coherencia, entonces sí considero preferible que se calle y se guarde su parecer para él, sea actor, músico o el vecino de enfrente.

Todo esto viene a raíz de sus palabras en el programa El Gato al agua de Intereconomía esta semana, donde soltó por esa boca que nunca había visto a gente tan fea como en las manifestaciones y que no se debe salir a la calle. Era "en clave de humor", se intentaba justificar ayer en El gran debate de Telecinco. Pero a continuación soltó nuevas perlas con las que no arregló precisamente el asunto. Algunas me pueden parecer lícitas, otras, vergonzosas: 

-"España jamás ha prosperado cuando ha gobernado la izquierda".
-"El último resultado ya sabemos cual es: una hecatombe y 5,1 millones de parados que se ha encontrado Rajoy; esto es lo que les fastidia y no que se les llame feos".

-"Rajoy no sabía el desastre espantoso que se iba a encontrar. Tenemos un gobierno con el mejor equipo que podemos tener, no hay más que ver sus CV".

-"Rajoy es un hombre preparadísimo y honrado".

-"La huelga ha sido una vergüenza espantosa".
-"No son feos solo exteriormente, también por dentro".
-"Con el dinero que ha dado el PSOE a los sindicatos se hubiesen pagado todas las hipotecas. Se lo guardaron para ellos".
-"Nos hemos convertido en un país de cobardes".

Arturo Fernández intentó ayer en Telecinco aclarar
 las palabras que  pronunció en Intereconomía. Las caras
 del presentador eran un poema.

-"Tienen miedo a este gobierno porque saben que son muy buenos, van a sacar a este país adelante y va a ser muy difícil para la izquierda, que está vieja".
-"La izquierda y la derecha han muerto. Antes todos luchaban por una bandera, un himno y una familia; hoy, se quema la bandera, se pita el himno y se ha destruido la familia".
-"Los que se manifiestan pasarán  muchas calamidades, pero jamás lo que hemos pasado en mi generación".
-"Hoy hay un puente y salen seis millones de coches. ¿Qué carajo me están contando de la crisis?".
-"Creo que tendría que haber dos partidos. Porque en cada barrio, coño, hay tres partidos políticos, ¡basta ya! Se suelta mucho dinero, mal vamos".

-"Nunca he visitado una cárcel, pero las celdas son individuales, con televisión, ducha... Y separarse un poco del mundanal ruido nunca viene mal".

Además, tachó de "problema" que la mayoría de los artistas se posicionen públicamente a la izquierda y se jactó de no haber pedido nunca una subvención y de ganar menos que hace dos años como consecuencia de no reflejar en las entradas del teatro la subida del IVA.

Pequeño fragmento de la intervención.

También habló de que si el hombre miente a una mujer tras una infidelidad es porque la quiere y no la quiere perder. ¿De verdad es necesario dar voz a este tipo de personas en un programa de televisión? Bueno, sí, para crear polémica y conseguir un Trending Topic. "El otro día escuché eso de TT por primera vez y lo que pregunté fue qué foto me habían ponido (sic), si me favorecía. Fue lo único que me preocupó". Este es Arturo Fernández, el guapo (por dentro y por fuera).