Sonó Hacia lo salvaje pasados pocos minutos de las 22.30
previstas y, antes de interpretar Esperando un resplandor, Eva
Amaral -de negro- anticipó que
también los otros diez temas de su último álbum tendrían cabida en el concierto
ofrecido ayer en el Coliseum de A Coruña ante unos 4.000 seguidores -lleno
absoluto de la parte habilitada-. Pero fue un recital donde hubo espacio para más composiciones antiguas,
algunas sorprendentemente incluidas en el repertorio, que nuevas. "Boas noites, A Coruña. Sois muchos más de los que esperábamos. Gracias por estar ahí", saludó la cantante. A continuación prometió que iban a intentar hacer "el mejor concierto" de sus vidas, "el mejor" del que son capaces.
Tras El unvierso sobre mí, llegaría el primero de los tres
temas de su disco debut, "aquel de 1998" -año en que actuaron en A Coruña ante 15 personas- que solo los fans más
acérrimos recuerdan -recordamos-. Se trataba de Un día más, al que
se unirían más adelante Tardes, en la voz de Juan Aguirre
-"tenéis que aplaudirle mucho, casi nunca se anima a cantar", señaló
Eva, aunque sí lo había hecho en su anterior visita al mismo escenario, en el
2008, con uno de los temas que ayer se echó de menos: Es solo una
canción-, vestido con camisa a cuadros y ataviado con su inseparable gorro,
y aquel No sé qué hacer con mi vida de unos comienzos que
estuvieron muy presentes. "Gracias a Juande (Dios, su productor) y a Xoel (López) -ambos ex Deluxe- por estar
aquí, y a todos los que nos seguíais cuando tocábamos en salas pequeñas",
dijo Aguirre.
También miraron atrás antes de uno de los momentos cumbre y esperadísimos de la noche. "Hace unos años dimos un concierto en una playa -se refería a su actuación en el 2003 junto a Los Piratas-, seguro que muchos de vosotros estabais allí, porque había mucha gente. De aquella visita tan especial, Juan se trajo una canción". Y el auditorio se vino abajo con los acordes de Riazor, tan coreada como Moriría por vos, Kamikaze o Cómo hablar, el único tema que rescataron de su segundo trabajo -Una pequeña parte del mundo, 2000-. "Es una canción que habla de reencuentros -'volvimos a vernos una noche de sábado...'-, y qué mejor para esta noche en que nos reencontramos con Galicia", introdujo Eva en la que era también su primera parada en España tras regresar de una gira por Estados Unidos.
Explicación especial asimismo para canciones de Hacia lo salvaje como Olvido. "Es un tema que dedico a la memoria de mi madre", reveló la cantante zaragozana. O Robin Hood: "Esta habla, entre otras cosas, de algo que muchos tendríamos ganas de hacer: entrar en un banco y atracar su caja fuerte" -'en las cenizas del fracaso, está la sabiduría', reflexionan en esta letra-. Para Van como locos, pidió la colaboración del público: "Hay una con parte muchas voces, queremos oíros como en el resto del concierto". Los guiños en forma de "graciñas" o "moitas grazas" fueron constantes.
Eva Amaral, siempre acompañada de quien presentó como el "maestro" Juan Aguirre, maravilló una vez más con su voz, especialmente en clásicos como Sin ti no soy nada, Estrella de mar o Días de Verano, momentos de éxtasis absoluto. Pero esto, al igual que su espectacular directo, no fue nada sorprendente para quienes no los disfrutaban por primera vez. Sí resulto llamativa en parte la elección de un repertorio que, recogiendo temas menos reconocibles como Las puertas del infierno o En solo un segundo -más los mencionados del primer disco-, dejó al público con ganas de Te necesito; Toda la noche en la calle; Marta, Sebas, Guille y los demás; Tarde de domingo rara o Rock & Roll.
No faltó, sin embargo, otro clásico como es Revolución, que
puso al público a saltar incansable. Entre medias, intercalaron, traducido al
castellano, un fragmento de Héroes, de David Bowie. Fue ya en los bises, con la antesala de un final que
llegaría de la mano de un tema del último disco: Cuando suba la marea.
No se olvidó Eva de presentar a todos los músicos -faltó presentarla a ella, pero no hacía falta- y de leer una lista con todas las personas que posibilitaron el concierto, incluida la sala Mardi Grass donde lo presentaron y promocionaron; fue la última en dejar el escenario tras saludar, firmando autógrafos y recogiendo regalos de los fans. Era el final tras 25 temas para un concierto que no defraudó.
Hacia lo salvaje (Hacia lo salvaje, 2011).
Esperando un resplandor (Hacia lo salvaje, 2011).
Tardes (Amaral, 1998).
No sé qué hacer con mi vida (Amaral, 1998).
El dúo zaragozano abarrotó el aforo previsto, aunque algunas gradas ya no habían sido habilitadas |
También miraron atrás antes de uno de los momentos cumbre y esperadísimos de la noche. "Hace unos años dimos un concierto en una playa -se refería a su actuación en el 2003 junto a Los Piratas-, seguro que muchos de vosotros estabais allí, porque había mucha gente. De aquella visita tan especial, Juan se trajo una canción". Y el auditorio se vino abajo con los acordes de Riazor, tan coreada como Moriría por vos, Kamikaze o Cómo hablar, el único tema que rescataron de su segundo trabajo -Una pequeña parte del mundo, 2000-. "Es una canción que habla de reencuentros -'volvimos a vernos una noche de sábado...'-, y qué mejor para esta noche en que nos reencontramos con Galicia", introdujo Eva en la que era también su primera parada en España tras regresar de una gira por Estados Unidos.
Riazor (Hacia lo salvaje, 2011).
Moriría por vos (Estrella de mar, 2002).
Kamikaze (Gato negro, dragón rojo, 2008).
Distintos momentos del concierto de presentación de Hacia lo salvaje. |
Explicación especial asimismo para canciones de Hacia lo salvaje como Olvido. "Es un tema que dedico a la memoria de mi madre", reveló la cantante zaragozana. O Robin Hood: "Esta habla, entre otras cosas, de algo que muchos tendríamos ganas de hacer: entrar en un banco y atracar su caja fuerte" -'en las cenizas del fracaso, está la sabiduría', reflexionan en esta letra-. Para Van como locos, pidió la colaboración del público: "Hay una con parte muchas voces, queremos oíros como en el resto del concierto". Los guiños en forma de "graciñas" o "moitas grazas" fueron constantes.
Robin Hood (Hacia lo salvaje, 2011).
Si las calles pudieran hablar (Hacia lo salvaje, 2011).
Eva Amaral, siempre acompañada de quien presentó como el "maestro" Juan Aguirre, maravilló una vez más con su voz, especialmente en clásicos como Sin ti no soy nada, Estrella de mar o Días de Verano, momentos de éxtasis absoluto. Pero esto, al igual que su espectacular directo, no fue nada sorprendente para quienes no los disfrutaban por primera vez. Sí resulto llamativa en parte la elección de un repertorio que, recogiendo temas menos reconocibles como Las puertas del infierno o En solo un segundo -más los mencionados del primer disco-, dejó al público con ganas de Te necesito; Toda la noche en la calle; Marta, Sebas, Guille y los demás; Tarde de domingo rara o Rock & Roll.
Sin ti no soy nada (Estrella de mar, 2002).
Otro momento del concierto, cuya duración superó las dos horas. |
La pantalla del escenario acompañaba las actuaciones. |
Revolución (Pájaros en la cabeza, 2005).
Cuando suba la marea (Hacia lo salvaje, 2011).
Eva Amaral y Juan Aguirre, despidiéndose del público junto al resto de su banda |
No se olvidó Eva de presentar a todos los músicos -faltó presentarla a ella, pero no hacía falta- y de leer una lista con todas las personas que posibilitaron el concierto, incluida la sala Mardi Grass donde lo presentaron y promocionaron; fue la última en dejar el escenario tras saludar, firmando autógrafos y recogiendo regalos de los fans. Era el final tras 25 temas para un concierto que no defraudó.
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