Lección número uno, suspensa

Ayer saltaba la noticia de que José Luis Uribarri se encontraba en estado crítico tras haber sufrido una hemorragia cerebral. Se trata de una de esas personas que conocemos de toda la vida, asociada a Eurovisión -aunque en los últimos años ya no comentase el festival-, y la información se convirtió enseguida en uno de los temas más comentados en Twitter.

De la extrema gravedad se pasó a la muerte. Los primeros comentarios eran de gente anónima, por lo que no me creía del todo aquellos "DEP" en vista de los precedentes que tenemos en esta red social. Sin embargo, cuando vi retuits de La Otra Crónica de El Mundo y de Fórmula TV sí me creí que era cierto el fallecimiento.

El País y La Voz de Galicia han optado por borrar
      los tuits que informaban del deceso y rectificar.

Fórmula TV hace como si nunca lo hubiera publicado y dice esperar al comunicado
oficial. Google -debajo- delata que ellos también se hicieron eco de la información.

Registro de actividad de mi cuenta de Fórmula TV donde se refleja
 cómo comenté esa noticia y, por tanto, cómo sí existió .

Captura (esta no mía, sino extraída de otro usuario del propio Twitter) donde se ve
cómo ¡Hola! también anunció la muerte de Uribarri. Lo han borrado sin disculparse.

El Huffington Post también dio la noticia en Twitter.

La Otra Crónica fue la primera en ofrecer la falsa información. Al tratarse de un suplemento
de un diario con credibilidad como El Mundo, muchos usuarios y otros medios la dieron
 por cierta. El tuit aún se podía leer en el momento de redactar esta entrada.

Google -y Facebook- le pasa también una mala pasada a El Mundo,
 revelando que sí difundió la desaparición de Uribarri.
Lo mismo le ocurre (debajo) a Málaga Hoy.

Tuit publicado anoche por José María Íñigo.

Los usuarios de Menéame también recogieron la noticia.

El enlace de Hoy Cinema -Vocento-, compartido en Facebook.

Hoy, me levanto y veo que no, que sigue vivo. No solo eso, sino que otros medios como El País, ABC, Intereconomía o La Voz de Galicia también lo dieron por cierto y se hicieron eco de una pérdida que, si bien es probable que se produzca de forma inminente dado el delicado estado de salud que presenta -en este caso confirmado por la familia-, todavía no es real ni mucho menos lo era en el momento en que se difundió, ayer por la noche. Algunos han tenido el detalle de disculparse al menos; otros, ni eso. Y me temo que habrán sido más los que lo habrán anunciado y no he podido encontrar.

Aquello de confirmar la noticia es lo primero que nos enseñan. Pero se ve que no aprendemos ni la lección número uno. ¿De qué medio vamos a poder fiarnos? Antes Twitter mataba a los famosos; ahora los medios también participan de esta lamentable práctica. No doy crédito.