Probablemente, la paternidad de un niño no debería ser portada de un medio de comunicación (al menos, no de uno de los considerados "serios", prensa del corazón aparte), ni siquiera noticia, con independencia de la identidad de la familia -o no-familia, según algunos criterios- de la que se esté hablando. Pero esto va del hijo de Alicia Sánchez Camacho, de la versión pública que había dado ella del tema y de lo que ha trascendido estos días. Y, sin defender que se lleve el asunto a una primera plana como hizo este viernes El Mundo, hay algunos matices.
A la izquierda la portada completa, con la notica en la parte inferior izquierda,
ampliada sobre la parte derecha de estas líneas.
Todos recordamos que la cabeza visible del PP catalán ha mantenido desde que se la conoce y es madre que su pequeño fue concebido por inseminación artificial (como el de Cospedal, de la que ahora es inevitable, aunque injusto seguramente, preguntarse si nos tiene reservada alguna sorpresa al respecto). Esto, en sí mismo, ya no estaba muy acorde con los preceptos que proclama su formación política y la confesión con la que tan habitualmente suele alinearse este. No hay más que recordar el concepto de familia y las palabras de Ana Mato constatando que "la falta de varón no es un problema médico", por lo cual los tratamientos de fertilidad deben estar, a su juicio, al margen de los servicios que garantiza la sanidad pública.
Volviendo a esa portada, nos revelaba que el progenitor del niño de Sánchez-Camacho, que tiene ahora siete años, es el ex-minsitro Manuel Pimentel (no enlazo la fuente original porque no localizo la noticia en su web). Dicen que él fue el antes "donante anónimo" que permitió a la popular ser madre -y mujer auténtica, que diría Gallardón-. Y no me gustaría adentrarme en exceso en el terreno de la especulación, pero hay que recordar que Pimentel estaba casado entonces y que han pasado siete años hasta que ha reconocido al crío. ¿Por qué ocultar la realidad si no hay nada de malo? ¿Por qué hacer a conciencia algo que va contra tus principios, como es ser madre soltera? Que cada uno saque sus propias conclusiones. Sin olvidar que ya ha habido mentiras.
La noticia, en páginas interiores de El Mundo. Su director, ante las críticas, aclaró que la publicación se hizo por deseo expreso de una de las partes. |
Volviendo a esa portada, nos revelaba que el progenitor del niño de Sánchez-Camacho, que tiene ahora siete años, es el ex-minsitro Manuel Pimentel (no enlazo la fuente original porque no localizo la noticia en su web). Dicen que él fue el antes "donante anónimo" que permitió a la popular ser madre -y mujer auténtica, que diría Gallardón-. Y no me gustaría adentrarme en exceso en el terreno de la especulación, pero hay que recordar que Pimentel estaba casado entonces y que han pasado siete años hasta que ha reconocido al crío. ¿Por qué ocultar la realidad si no hay nada de malo? ¿Por qué hacer a conciencia algo que va contra tus principios, como es ser madre soltera? Que cada uno saque sus propias conclusiones. Sin olvidar que ya ha habido mentiras.
#Pimentel y Sánchez Camacho, padres por acuerdo y no por matrimonio. Es positivo que haya diversidad familiar también en las filas del PP
— Santiago Agustín (@Santiago_Psi) October 18, 2013
Un tuit que reflexiona sobre el asunto de manera, para mí, muy acertada.
Lo que está claro es que si este tema ha llegado a ser noticia es porque el PP se empeña en condenar modelos que teóricamente no van con sus convicciones y luego son los primeros en no amoldarse a lo que predican. No es una cosa de ahora, pues, para haber votado en contra de la Ley del Divorcio en 1981, son muchos sus miembros que se han acogido a ella. Como todo el mundo. Podríamos continuar con los modelos de familia, los gays, el aborto... Todo discutible, todo opinable, todo respetable. Pero es más complicado que se te respete cuando tú no lo haces con el resto. Y eso es lo que le puede haber pasado a Sánchez Camacho a la hora de salir en una portada, por las características del partido al que pertenece y las posturas que, por extensión y de forma más o menos manifiesta, también ella defiende. El posible interés periodístico de la noticia radica en la hipocresía que retrata en sus protagonistas, que son o han sido representantes de la ciudadanía y que no han predicado con el ejemplo de lo que defienden.
Mira que pensaba en la mediación del "espíritu santo" para el nacimiento de ese niño,pero resulta que me equivoqué.¡Qué fuerte,qué fuerte! jeje
ResponderEliminarAquí en mi ciudad, el ex-alcalde (ya sabes que le gustan los juegos del móvil y le pillan infraganti) presume de "familia cristiana unida" y está en boca de todo el mundo por una "amiguita rumana".Tanto que tiene dos viviendas y hasta hace poco,en las vacas gordas,los rumanos de Alcalá consiguieron una iglesia y un centro de integración a cambio de sus votos al PP.Todo un señor feudal con vasallos.
Yo voy un poco más allá. Tal y como están hoy las cosas mucho me temo que quien milita en el PP no puede decir lo que piensa, sino hacer y decir lo que la cúpula manda. Y esto desde hace tiempo, aunque antes no era tan obvio. Así que yo creo que temas como este mucho me da que se asemeja a lo que vemos a veces en las series americanas: oculta esto o di esto para que tu carrera política continúe adelante en este partido... Y claro, luego aparecen estas contradicciones! Lo verdaderamente triste es que no se dan cuenta que si dijeran lo que son y lo que piensan tendrían más apoyo, más comprensión y todo iría mejor seguramente.
ResponderEliminarCuando digo que digan lo que son y lo que pienso me refiero a que no sean hipócritas y que por muy católicos y de derechas que sean no tienen que estar sistemáticamente en contra de lo que en teoría es de izquierdas.
ResponderEliminarPero es que pertenecer al PP (como a cualquier partido) implica estar de acuerdo con unas ideas básicas, y todo este tema de la familia es uno de esos asuntos en los que ellos tienen unas directrices muy definidas. Y sí, hay muchísima hipocresía... Si dijeran lo que piensan (algunos de ellos) ganarían algunos apoyos pero perderían otros, empezando por la Iglesia, a la que les viene muy bien tener contenta.
ResponderEliminarHay mucho sinvergüenza suelto...
ResponderEliminarEl problema es definir esas ideas básicas. Yo cuando empecé a votar votaba al PP y ni soy religioso, ni estoy en contra del matrimonio homosexual, ni creo que una mujer soltera sea una p*** (mi madre es hija de soltera) ni cosas por el estilo. En su momento coincidía con cosas que el PP transmitía que no tenían que ver con esto. Ahora no comparto ni esto ni nada... Y no puede ser que se marquen unas directrices de partido tan fuertes y que unas ideas básicas se conviertan en prejuicios... Hay que permitir el voto libre por diputado ya. Lo que tenemos actualmente es que lo que piensen Rajoy y sus allegados y Rubalcaba y sus allegados es lo que tienen que pensar y votar todos los diputados y eso no puede ser. Si un líder de un partido sale con el apoyo de todos sus militantes y entre ellos hay personas que piensan diferente del líder, estos tienen que tener la posibilidad de decirlo abiertamente y esto no es así
ResponderEliminarClaro, lo que dices es a lo que me refería: pertenecer a un partido te ata mucho (votarle es diferente, aunque no coincidas en todo, eliges a aquel del que te sientas más cerca, por mucho que no sea al 100%), parece que no se puede ser crítico desde dentro ni discrepar. Yo por eso nunca me afiliaría a ningún partido ;)
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