miércoles, 20 de noviembre de 2013

Talibán de la lengua

Una talibán de la lengua. Esa soy yo de acuerdo con algunas de las personas que leyeron el anterior post (a otras, he de decir también, les gustó mucho). Antes de nada, quiero aclarar que no me ofende lo más mínimo, que me lo tomo con naturalidad y todo el humor del mundo y, desde esa perspectiva, a modo de anécdota total, me apetece contar el porqué y el cómo se hizo de esa entrada, así como lo que vino después. Y lo voy a hacer, como siempre, dando mi opinión, que para eso es un blog personal, mi blog personal. Abierto, eso sí, a los puntos de vista de todo el mundo y deseando ser leído por todo el que, a su vez, lo desee.


Captura del post sobre errores gramaticales de canciones en el blog
Captura del anterior post.

El post que precede a este recogía errores gramaticales en canciones (aunque no lo especifiqué ni los clasifiqué, era evidente que unos eran más graves que otros). Antes -no recuerdo cómo surgió la idea- había publicado otros tres de composiciones musicales con letras absurdas, graciosas o peculiares (desde mi punto de vista, repito). Pedí sugerencias y me llegaron un par de ellas en las que el problema o como lo queramos llamar era que se cometían fallos de gramática.


En este caso concreto, decía yo que "no me extrañaría haber cometido el error" alguna vez. Es el claro ejemplo
de que no pretendía dar lecciones y que el post fue fruto de un trabajo de documentación.

Empecé a investigar en esa línea y encontré dos programas de radio que habían tratado el tema a fondo (así lo reflejé, enlazándolos, en mi texto), así como más casos comentados de forma puntual en otras webs y blogs. Como ya comenté, algunos de esos errores sabía yo perfectamente que lo eran; otros me sonaban menos y alguno ya señalé que era probable que lo hubiera cometido yo misma en algún momento. Es decir, no pretendía ir de entendida, porque si bien es cierto que algo maniática de la ortografía sí que soy (creo que debo, por mi profesión, aunque lo fui siempre), eso no significa que no me equivoque, y tampoco quería ni dar a entender que sé más que nadie ni condenar a quienes habían cometido esos fallos. Mi objetivo era hacer algo divertido, de lo que se pudiera aprender -yo, la primera- y así se lo tomó mucha gente, por otra parte (aquí y aquí, personas que lo compartieron en Twitter). Incluso he recibido un mail de una persona que se identifica como compositor y que me felicita por el trabajo (fue trabajoso, efectivamente, como muchos otros posts de Palabras a punto mucho menos leídos).


 La entrada en cuestión se convirtió en la cuarta más vista del blog. Las dos primeras llegaron
a portada de Menéame en su día; la tercera trata sobre qué fue de los actores de las series juveniles
de los 90 y es la más vista casi cada semana desde su publicación hace más de un año, seguida de
otras también de temática televisiva que se nutren de visitas procedentes de búsquedas
en Google. A la derecha, el pico de visitas de ayer a las 16.00


El caso es que subí el post a Menéame. Las dos entradas más vistas de este blog lo son por haber tenido buena aceptación allí, algo poco habitual, porque enseguida te echan abajo cualquier cosa que consideren irrelevante -por eso solo cuelgo posts allí muy de cuando en cuando, a veces también han subido alguno otras personas-. También lo hicieron con esta entrada, pero después de haber recibido ya un buen número de meneos y, por tanto, de visitas. Eso se tradujo en comentarios, algunos de ellos críticos, tanto aquí como en la propia web Menéame. Y quiero valorar algunos de ellos:


Destaco este porque me sorprendió su tono (aunque luego matizó) de "de esto sabrás mucho pero
de lo otro, nada"
. Pues ni de una cosa ni de otra, pero trato de aprender. Por "libertades" entiendo cambiar
la sílaba tónica (pasa en muchas canciones y se sobreentiende lo que hay). Pero entre los errores que
recogía hay muchos que se ve que parten del desconocimiento, porque no cambia en nada las canciones
decir "contestaste", "le enviaba" o "empujad", y prueba de ello es que existen versiones
posteriores corregidas
. Y en los que sí cambia, ya digo que no condeno a nadie, pero es como
si yo, porque no me cabe el titular que quiero en la caja de texto, le quito una h o cambio
una ll por y porque ocupa menos. Pues no, no puedo, me aguanto y busco una
alternativa
. Así lo veo yo. Desde luego, no me paré a pensar alternativas
que pudieran mantener la rima de las canciones, porque no se trataba de
eso, solo de señalar las incorrecciones. Tampoco estoy de
acuerdo en que sean "nimiedades".

Estos tres son de la misma persona y van en la misma línea. No me convence a mí que decir "contestastes"
acerque más el tema a la gente que comete ese error
. Como respondí a esta persona, yo creo que la música, como
la literatura o la televisión, deben difundir las formas correctas, no al contrario. Tampoco me convence
lo de que tienen "las formas de hablar de sus cantantes", porque cantante y compositor,
en muchos casos, no coinciden. Si hay que escribir como se habla, ¿os imagináis
cómo sería el libro de Belén Esteban, por poner un ejemplo de actualidad?
 (que aun así será lo peor por otros motivos, pero vaya)

El contexto y el registro no tienen nada que ver, entiendo, con la corrección. El tono informal no
implica el uso de formas incorrectas en absoluto. Sí, con mi familia o amigos hablo en un tono más
distendido que con un desconocido, pero no por eso cometo fallos que no cometo en el otro
contexto (sí no sé que es un fallo, lo cometeré en ambos ámbitos; de lo contrario, en ninguno).


Yo misma cometí un error (fue despiste, como se puede ver) en el post.
Ni más ni menos que como cualquiera. Y agradezco el comentario,
que no "metía el dedo en la llaga" para nada. 
Y termino, de nuevo, con humor. Mi hermano estará de acuerdo con esto, seguro ;)

Resumiendo, siempre es un placer que la gente se pase por aquí y, si opinan (independientemente de cuál sea su parecer), mejor. Muestra de ello es que no modero comentarios, ni hay que identificarse (el mail que pide Disqus se lo inventa casi todo el mundo); tampoco borré nunca ninguno a posteriori. Me resultaron divertidas algunas reacciones indignadas, en contraste con lo que pretendía, y como me encanta compartir aquí a veces los entresijos de las cosas, de ahí esta entrada. Pero ya digo, con humor y sin problemas. Y si al final resulta que soy una talibán de la lengua, pues habrá que asumirlo, qué le vamos a hacer ;-)