El cierre como fin de la manipulación

Esta semana hemos sabido del cierre de dos televisiones. La primera -menos trascendente más allá de Galicia por motivos obvios- es Televigo, cadena local de mi ciudad que venía emitiendo desde hace 18 años. No es el objeto de este post, pero no quería dejar de aprovechar para lamentar aquí la noticia. En donde me quiero centrar, con un par de reflexiones breves, es en Canal 9, la televisión autonómica -y pública- de la Comunidad Valenciana.

Los trabajadores, en el momento de anunciar en sus
informativos la noticia del final de sus emisiones.

En primer lugar, como no soy amiga de limitarme a reproducir lo que veo en otros sitios, quiero empezar por enlazar este artículo que leí ayer, ¿Pensaba en los colegios Fabra cuando...? Porque queda muy bonito decir que la educación está antes que la tele como ha hecho el señor presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, y es algo en lo que, así formulado y sacado de contexto, es difícil no estar de acuerdo. Pero que supone desviar la atención, tergiversar, confundir, en definitiva, es engañoso y, como se dice en este artículo, encierra un enorme grado de demagogia.

Y el segundo aspecto es el de estos trabajadores que salen ahora diciendo lo mucho que se han visto obligados a manipular y que incluso piden perdón por haber silenciado el accidente del metro de Valencia, asunto que fue objeto de un Salvados muy recomendable. No es que me vaya a meter a criticar eso, porque es muy fácil hacerlo desde fuera, pero no es lo mismo si se trata de la mano que te da de comer.

Ejemplo de una protesta en la redacción de Canal 9 por el

desacuerdo de sus profesionales con la cobertura de las manifestaciones

estudiantiles en Valencia a principios del año pasado. Resultó inútil.

He leído estos días opiniones que hablaban de cinismo en este asunto y considero que hay algo de eso. Hoy se pide perdón, lo hacen personas que ya no tienen nada que perder, porque ya se han quedado sin trabajo. Las mismas personas que hoy seguirían haciendo las mismas cosas por las que se disculpan y de las que se avergüenzan, de no ser porque el lugar donde lo hacían ha cerrado (que no se han ido ellos). No les voy a echar la culpa a esos profesionales, que repito que es muy fácil desde mi posición y desde cualquiera ajena al asunto. Es más, también han protestado en reiteradas ocasiones, como en el vídeo de arriba, y no ha servido de nada.

Esto me lleva a concluir que la única manera de que haya cesado la manipulación en esta televisión ha sido, a su vez, el cese de sus emisiones (o el anuncio de este por parte de las autoridades, puesto que han continuado). Y lo peor es que, más flagrantes o menos, no creo que sea la única televisión pública con este tipo de problemas. Así de triste.


*Actualización 9/11/2013: Pancarta en la manifestación contra el cierre de la televisión pública valenciana:

Foto:  @javi93_asti