Redes sociales: peligro y oportunidad

Hace tiempo que pensaba en escribir algo sobre privacidad y usos de las redes sociales. Es un tema que me preocupa desde que empecé a usarlas y me genera, a la vez, bastantes dudas. ¿Qué compartir y qué no? ¿Con quién? ¿Uso profesional o personal?

El curso sobre empleo y redes sociales al que asistí estos días me hizo volver sobre el tema. Suelo ser bastante cuidadosa con la privacidad en Facebook, seleccionando a veces que determinados contactos no puedan ver una publicación concreta y que otros -principalmente perfiles de empresas y similares a través de las que no sé quién o quiénes son las personas que van a acceder a mis contenidos- no puedan, ya por norma, visualizar ninguna. ¿Pero quién me asegura que se cumple? A veces hago "comprobaciones" con las personas más cercanas, pero tampoco eso es garantía. El caso es que Facebook no parece muy de fiar -que si aplicaciones que pueden acceder a tus datos; insistencia para que facilites cada vez más información; una nuevo diseño, la llamada biografía, que te invita a compartir tu vida al detalle...-, pero prescindir de él a estas alturas tampoco me resultaría fácil, ya que a su vez cuenta con servicios que valoro positivamente.

Fuente: http://www.josecriado.com

De cualquier manera, veo Facebook estrictamente como una red de uso personal. Más dudoso es Twitter. Se trata, dicen, de una de las herramientas que debemos emplear para buscar trabajo, pero no conviene vincular la cuenta con LinkedIn -la red profesional por excelencia- si su uso no es también orientado a nuestra profesión -cito recomendación dada en el curso del que hablaba-. Entonces, ¿habría que tener dos cuentas? ¿Tener una privada? -algo no demasiado usual-. Igual debería replanteármelo, pero mi uso de Twitter, si lo pienso, también es personal: tuiteo sobre lo que me interesa, incluyendo en esto cosas relacionadas con mi oficio -noticias, muchas-, sí, pero también opiniones personales e intereses de otro tipo -igual que en este blog, con el que me planteo lo mismo-. Y me dejo llevar, de vez en cuando, por algún hashtag curioso, tanto para escribir como para retuitear. De todo un poco, en realidad.

De Tuenti ya ni me acuerdo y el resto -que lo hay- está, para mí, en gran parte por descubrir. En resumen, seguramente las redes sociales pueden ser muy útiles en la búsqueda de empleo -espero poder comprobarlo en primera persona en algún momento- y lo son de hecho para compartir opiniones, ratos de ocio e incluso acceder a información. Y quedándonos, o quedándome, mucho por aprender al respecto y muchas dudas como acabo de plantear, creo que lo básico, se usen para lo que se usen, será siempre la prudencia.