Manifestarse hoy contra la reforma laboral era "indigno". Una "falta de respeto" a las víctimas de los atentados del 11-M de los que se han cumplido ocho años. Eso es lo que ha vuelto a repetir la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, en el acto en el que su agrupación homenajeó a los fallecidos y al que acudieron políticos del Partido Popular como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, o su antecesor y actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.
El Partido Popular también ha venido acusando a los sindicatos de no respetar la memoria de los asesinados en el 2004 desde que se conoció la fecha de esta convocatoria. ¿No es falta de respeto, sin embargo, un mitin de campaña electoral como el de Cospedal en Andalucía? Midiendo por el mismo rasero, debería serlo, por lo que la incoherencia me parece notable.
Ángeles Pedraza y Pilar Manjón, durante los respectivos actos que encabezaron. |
Pedraza, por su parte, también ha acusado al PSOE de "ir con los sindicatos en vez de con las víctimas". Pero algo no cuadra cuando la Asociación 11-M afectados por el Terrorismo, mayoritaria entre las víctimas del atentado, eludió "deslegitimar a los sindicatos" y señaló que la marcha sindical y el homenaje a los fallecidos no eran incompatibles. La cuestión, al menos, parece que es opinable, en la medida en que no todos los afectados se sienten tan gravemente ofendidos.
Lo que sí que parece que son, en cierto modo, incompatibles, son ambas asociaciones. No sé si es indigno, pero lo que no es precisamente ejemplar es que tenga que haber dos homenajes, dos aniversarios, reproduciendo una vez más aquello de las dos Españas. Quizás celebrar por separado actos con un teórico objetivo común - recordar, homenajear, condenar los hechos- debería ser más preocupante que desarrollar el mismo día eventos diferentes, igualmente legítimos, con objetivos ni coincidentes ni contrapuestos. En definitiva, compatibles.
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