"Lo de Pilar Manjón es infame. Cada día dudo más de que el hijo de esa tipeja fuese el 11M en un tren...deplorable su actitud". Entrecomillado más necesario que nunca, son palabras del secretario de organización de las Nuevas Generaciones del PP en el municipio madrileño de Majadahonda, Luis Gutiérrez. Un individuo que no debería ser representativo de su formación política, pero que entendemos que sí lo es, en la medida en que continúa representándola al no haber dimitido ni haber sido apartado de su responsabilidad tras estas terribles afirmaciones sobre la presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo realizadas vía Twitter -su perfil ya no permite ahora ver ni este tuit ni los anteriores, entre los que, al parecer, había más de este estilo- el pasado 11 de marzo.
Pasadas dos semanas, el día 24, Gutiérrez se retractó, justificando sus dardos envenenados como producto de "un estado emocional delicado". Suena a disculpa obligada que llega solo en el momento en que empiezan a trascender y condenarse sus palabras y que, en todo caso, no sería suficiente. No lo sería porque hay cosas injustificables, mucho más cuando representas a otras personas, por mucho que estuvieras hablando a título personal. También la cuenta de NNGG pidió disculpas hace tres días: ¿Por qué dejaron pasar ese tiempo? ¿Debemos suponer que nadie le sigue? ¿Nadie leyó su tuit aquel mismo día y le pidió que rectificase? ¿O quizás nadie vio nada raro hasta que llegaron críticas de fuera?
Lo más preocupante es que quizás este no sea un caso aislado. Son opiniones vertidas por un joven a través de un canal al que puede acceder todo el mundo. Quizás la ingenuidad de este chico -de 20 años, según parece- nos haya permitido conocer pensamientos que otros comparten pero que nunca se atreverían a hacer públicos por ser perfectamente conscientes de lo que podría suponer. Porque a Gutiérrez, estoy convencida, le ha faltado vista para medir las consecuencias de sus palabras -consecuencias entre las que se incluye una querella por parte de Manjón-, pero no dudo de que sigue pensando lo mismo.
Quiero pensar que, aunque seguro que no es único, Luis Gutiérrez no representa a la mayoría de su partido. Pero precisamente por ese motivo, para demostrar que eso es así -en caso de que lo sea- debería haber sido destituido el mismo día 11. El 24 ya era tarde, pero que ni siquiera a día de hoy se haya hecho agrava todavía más el asunto. Nos invitan a pensar que el futuro del PP está en manos personas como esta. Y muchos nos resistimos a creerlo.
Pues sí, el PP está lleno de gente como esta.
ResponderEliminarEso dan a entender al no tomar medidas drásticas, desde luego...
ResponderEliminarAl parecer, "ya" ha dimitido (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/27/madrid/1332861164_095693.html), así que es de justicia decirlo. Pero sigo opinando que es tarde...
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