sábado, 23 de marzo de 2013

El cómo y el porqué de 26.000 visitas

Todos sabemos el poder de difusión que tiene Internet. Cualquier contenido puede correr como la pólvora -incluso con independencia de su veracidad, en ocasiones-; supongo que es cuestión de tener la suerte de tocar las teclas exactas, por así decirlo (y de SEO, pero no es el caso).

Esta es la historia de un post de este blog que recibió en un día más de un tercio de las visitas que había cosechado la propia web en su conjunto hasta ese momento (durante año y medio). Y cuando eso con lo que empezaba este texto -que un contenido se convierta en viral- te pasa en primera persona  y en un blog pequeño como este, resulta realmente increíble, por mucho que supieras que ocurre en otros casos e intuyeras cómo.


Estadísticas del blog ayer cerca de las 00.00 horas. De las 94.000 páginas vistas en aquel momento, 26.000 eran de ayer.
Las 905 del jueves ya me habían parecido muchísimo, pues la media oscila alrededor de las 300 y el "récord" anterior era de 500, si mal no recuerdo. En todo el mes pasado había registrado unas 8.000. El gráfico, donde cada pico es un mes
desde que inicié Palabras a punto en septiembre de 2011, es revelador.


No es este un post para presumir -aunque, por supuesto, me gustó saber que tanta gente había llegado hasta aquí-, no puede serlo porque el mérito que me pueda corresponder es mínimo. En el fondo este blog lo escribo para mí, muchas veces para tener un recuerdo de cosas o historias que me gustan -o que no, pero que me parecen importantes- y que pienso que en un futuro me gustará tener aquí o que quede constancia de ellas. Y creo -por eso esta entrada- que también me gustará recordar algo que para otros puede no tener mayor importancia, pero que viví con tal perplejidad que me llevó a capturarlo según se producía.


 Capturas de diferentes estadísticas y de sitios donde se compartió el post.


Como sabréis los que hayáis leído el post en cuestión, mi madre -que, por cierto, es prácticamente de la misma edad que tendría hoy Elena, y yo, de la de sus hijos- vio una esquela llamativa. Me puse a investigar y decidí escribirlo (aquí los hay de dos tipos de posts: los que me lleva mil años preparar y los que, como el que nos ocupa, surgen de un momento a otro). Me pareció una historia bonita y la quise contar, pero, a decir verdad, pensé que sería una entrada más. Creo que la clave estuvo en ponerla en Menéame y que no me cosieran a votos negativos a los pocos segundos como me suele pasar (no está bien visto que se compartan contenidos de una bitácora propia, tengo entendido, y, por ese motivo, estuve a punto de no hacerlo...). A partir de ahí, su difusión empezó a  crecer y el día de la publicación me fui a dormir con 900 visitas. Al día siguiente, ayer, con 26.000. Sí, ¡¡¡26.000!!!



Durante un minuto, grabé en la pantalla de mi ordenador -otra prueba 
de lo alucinada que estaba y estoy- la actividad de esta aplicación que tengo instalada 
en el blog y que refleja en tiempo real las visitas que llegan, su lugar de procedencia, 
sistema operativo, navegador... Fue a las 13.50, pero a juzgar por las cifras totales
 de ese día, debió de ser similar durante toda la jornada.


La mayoría provenían del propio Menéame, algunas del Huffington Post, que enlazó la historia (recogida ya en años anteriores otros blogs a los que me referí y gracias a los cuales obtuve parte de la información), y otras de Facebook y Twitter, donde algunos usuarios con gran número de seguidores pusieron también el enlace, lo que volvió a multiplicar el impacto. (Esto no es muy exacto, solo estuve pendiente al momento por la mañana, no he analizado las estadísticas con detenimiento y probablemente se me haya escapado algo).



Pero esto ya pasó y ni que decir tiene que yo hoy sigo siendo una periodista en paro con muchas ganas de escribir y que lo hace en un blog. En el día de autos, el post de Elenita recibió 25.149 visitas. La cifra hasta las más de 26.000 se completa con visitas a otras páginas, incluidas la de mi CV, que recibió 33, y la de mis trabajos, 9. Que esas las hubiera visto más gente, quizás para mí hubiera sido más interesante :)

Hoy, o en unos días, a más tardar, volveremos a ser los de siempre (a los que doy las gracias, ver debajo). Y yo ya casi tengo preparada una nueva entrada (¡de las que comentaba antes que llevan tiempo!) hecha con las mismas ganas que la anterior y que todas. Para terminar, dos reflexiones mías de ayer en las redes sociales.




(Este tuit lo publiqué a continuación de los de agradecimiento a quienes lo compartieron. Aprovecho 
para recordar que soy @miriamvf y, como experimento y puesta en práctica de lo aprendido
 en mi curso de community management, también @palabrasapunto


*Nota: Como curiosidad, el precedente más similar a esto, salvando las distancias, lo había tenido el día de la gala de los Goya, cuando la actriz de Al salir de clase Maribel del Prado apareció entre los intérpretes fallecidos el año pasado; yo lo había descubierto buscando información para un post sobre series de los 90 y las visitas desde Google al mismo, buscando por el nombre de la joven, se dispararon en ese momento y en días posteriores. Esa ha pasado ahora a ser la segunda entrada más popular del blog, pero con 4.000 páginas vistas.



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4 comentarios:

  1. A mi blog llega algo más de cien visitas diarias y al mes unas 4000,ni mucho menos a ese nivel.Vienen por búsquedas de google o por personas que tienen un enlace en sus blogs,ni mucho menos lo promociono en redes sociales.

    Nunca se sabe si un posible trabajo puede venir por el blog,aunque un amigo mío obtuvo el actual así.Es también periodista y está en una revista religiosa que depende del Arzobispado de... No les voy a hacer publicidad,pero a él sí. Su blog es : "La hora de la verdad".

    Otro blog interesante es el de un ex-compañero de erasmus que vive en Suecia y es paisano tuyo.Es "A Blog de Suecia".



    Saludos desde Alcalá de Henares (Madrid).

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  2. Esto que cuento aquí también es algo completamente excepcional, por eso estoy tan sorprendida y lo quise comentar un poco a mi manera en este post. Yo sí suelo compartir los posts en mis cuentas personales de Facebook y Twitter, no todos, pero sí aquellos de los que estoy más satisfecha, en general. Las cuentas del propio blog surgieron como prácticas de un curso de community management que terminé hace poco y decidí seguir con ellas después. Lo tuyo, sin redes sociales, tiene más mérito!

    Me pasaré por esos blogs que me recomiendas (tampoco pierdo de vista el tuyo!). Gracias como siempre! :)

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  3. Me alegra mucho leer este post. Yo también tuve una subida nimia de las visitas a mi web, comparada con esto y sé lo que es ponerse contento por ello. Realmente la historia de Elenita tenía ese toque de interés humano que hacía que se disfrutara leyéndola. Y, estoy seguro de que, a largo plazo, alguien verá toda esta trayectoria y te escogerá para que formes parte de su equipo de periodistas del siglo XXI.

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  4. Jeje, muchas gracias, Daniel!! Fue una cosa puntual, claro, ahora ya somos " los de siempre" como decía aquí que pasaría (unos poquitos más, quizás). El caso es que yo me divierto mucho con el blog, que es lo más importante! :)

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