El día que llegué a mi ciudad de destino de Erasmus, buscando piso, la compañera que iba conmigo y yo acabamos hablando en inglés con nuestros interlocutores para poder comunicarnos con ellos. Es cierto que necesitábamos términos un poco específicos, pero también lo es que mi nivel de italiano entonces distaba mucho del que adquirí entre aquel momento y el de regresar tras un curso entero, así como del que ahora se va a exigir para poder acceder a una de estas becas.
Entre las (muchas) cosas positivas que tiene irse de Erasmus está, obviamente, aprender el idioma. Cuando me fui tenía una base, la que me dio un curso de dos días a la semana en el Centro de Linguas Modernas de la Universidade de Santiago el año anterior a irme a estudiar fuera. Había millones de cosas que no sabía decir y estaba lejísimos del B2, desde luego (a mi vuelta me saqué el B1, nivel intermedio, por libre en la Escuela de Idiomas). Pero las aprendí a pasos agigantados a base de la necesidad que inevitablemente surge de comunicarse, de oír a todos los que te rodean, de leer, de todo. De esto se trata.
Yo misma disfruté de una beca Erasmus
en el curso 2007/2008, sin B2.
Si yo hubiera tenido un B2 de italiano, lo mismo hubiera preferido ir a otro país. Está claro que nunca viene mal y que siempre se puede mejorar en un idioma incluso si llevas años viviendo en un país que lo tenga por lengua), pero hubiera sido más útil aprovechar para sumar en otro que tuviera más verde.
Yo también hice un examen del idioma para que me concedieran la beca. Había que aprobarlo y no era especialmente complicado, entiendo que partiendo de la idea de que teniendo un conocimiento que te permita defenderte, a partir de ahí irá a más. Es cierto que con el italiano este proceso probablemente sea más rápido y sencillo que con otras lenguas, pero estoy segura (y conozco casos, aunque para este post me centre en el mío propio) de que con todas sucede igual.
Este es el título de italiano del que disponía cuando me dieron la beca Erasmus (Nivel A2). |
Por todo esto, pedir un nivel B2 previo a la beca me parece un despropósito y coincido también con quienes lo tachan elitista. Lo interpreto como una forma de criba más que puede ser mejor aceptada que reducir sin más las becas, su cuantía, su duración... Pero, al final, el efecto será el mismo: menos gente que las disfrute y que se enriquezca en todos los sentidos con esa experiencia.
Relacionado: