El día que llegué a mi ciudad de destino de Erasmus, buscando piso, la compañera que iba conmigo y yo acabamos hablando en inglés con nuestros interlocutores para poder comunicarnos con ellos. Es cierto que necesitábamos términos un poco específicos, pero también lo es que mi nivel de italiano entonces distaba mucho del que adquirí entre aquel momento y el de regresar tras un curso entero, así como del que ahora se va a exigir para poder acceder a una de estas becas.