Una estrella, 200 estrellados

La Cadena SER anunciaba esta semana a sus trabajadores un ERE que supondrá poner en la calle a 200 de ellos y que llega pocos meses después de otro que ya se tradujo en la salida de 250. Los empleados en seguida se movilizaron, adoptaron medidas de protesta y, con el apoyo de miles de internautas, convirtieron en TT en Twitter el hashtag #NoalEREenlaSER.

Foto colgada en Twitter por empleados de la emisora.

Entre los que se pronunciaron a través de Twitter están voces conocidas como las de Ana Guantes -Hoy por hoy y locutora de Radio Vigo durante años-, Pedro Blanco -Hora 25-, María Guerra -La Script- o Isaías Lafuente -A vivir que son dos días-, además de otros periodistas a los que la mayoría no ponemos nombre, pero que, evidentemente, no son menos importantes.

Más imágenes colgadas en Twitter por trabajadores de la SER. Debajo a la izquierda,

reunidos para adoptar medidas de protesta; a la derecha, manifestándose.

Tuits de Ana Guantes e Isaías Lafuente en relación con el ERE.

Ayer la empresa desviaba la atención dando a conocer los cambios que se producirán la próxima temporada. Carles Francino pasa a conducir La Ventana, intercambiando así los papeles con Gemma Nierga. Esta se encargará de Hoy por hoy, donde le acompañará Pepa Bueno, fichaje estrella que abandona la segunda edición del Telediario de TVE. El hueco dejado en el magazine del fin de semana por Montserrat Domínguez -actualmente al frente del digital El Huffington Post-  lo cubrirá Javier del Pino, hasta el momento corresponsal en Washington.

De izquierda a derecha: Pepa Bueno, Carles Francino, Gemma Nierga y Javier del Pino.

Ninguna de estas estrellas se ha pronunciado (tampoco otras que seguirán en sus puestos actuales, como José Ramón de la Morena, conductor de El Larguero, o Àngels Barceló, de Hora 25). Pero lo más llamativo es que se opte por dos periodistas de peso -con sus correspondientes sueldos en consonancia con eso- para un programa que siempre ha tenido una única cabeza visible (primero Iñaki Gabilondo, durante casi dos décadas, y en los últimos años su relevo, Francino) y justo cuando se ha adoptado la decisión de despedir a 200 personas.

Evidentemente, no por no contratar a Pepa Bueno se salvarían todos esos empleos, pero no queda muy estético ni razonable lo que han hecho: se ficha una nueva estrella y, al mismo tiempo, se condena a 200 personas a convertirse estrellados.