De tal palo... ¿tal enchufe?

Ayer descubrí a Matías Prats -hijo y nieto de los Matías Prats que todos conocemos, como no podía ser de otra manera- como miembro del equipo de Mediaset para la cobertura de la Eurocopa. Ya había oído antes que era periodista deportivo, que trabajaba en Telecinco y que compartía nombre con sus ascendientes. Y quizás el chico sea muy buen profesional, pero preguntarse si a su edad estaría ahí independientemente de su apellido es tan inevitable como cuestionarse si Sara Carbonero ocuparía su puesto de no ser por su físico.

Matías Prats Cañete (Villa del Río, Córdoba, 1913-Madrid, 2004),
Matías Prats Luque (Madrid, 1952) y Matías Prats Chacón (Madrid, 1985).
El tercero ha declarado que si tiene un hijo le llamará Matías.

Cansa un poco oír a hijos de diciendo que están orgullosos pero quejándose de las puertas que se les han cerrado por serlo o de las críticas recibidas. ¿Qué preparación tenía Terelu Campos -una de las que se ha expresado más de una vez en esos términos- antes de dar sus primeros pasos -y muchos de los siguientes, aún hasta hoy- en televisión con su madre? Pero a la Campos, además, hay que reconocerle que ha sido una experta en dar oportunidades -eso no es que esté mal en sí mismo...- a otros parientes de famosos, como es el caso de Lara Dibildos, Rocío Carrasco, Rosario Mohedano, los hermanos Andrés y Alonso Caparrós, Belén Rodríguez -hija de Chari Gómez Miranda, Doña Adelaida- o Alejandra Prat. Esta última, al menos, es licenciada en Periodismo, pero es innegable que lo ha tenido más fácil que cualquier profesional del montón. Como su hermano Joaquín, actualmente en El Programa de Ana Rosa, pero que sí se ha forjado una carrera más desde abajo. La hermana pequeña, Andrea Prat (1987), ejerce de periodista en Marca TV.

María Teresa Campos y su hija Terelu, Lara Dibildos y Laura Valenzuela, Rocío Jurado
con su hija y su sobrina, -todas ellas enchufadas en su momento en Día a Día,
de María Teresa Campos menos la última, actualmente en ¡Qué tiempo tan feliz!-
y los hermanos Alejandra y Joaquín Prat, hijos de Joaquín Prat.

A la derecha, la Campos en  Día a Día con Jorge Fernández,
Lara Dibildos, Rocío Carrasco, su hija Terelu y Belén Rodríguez.
A la izquierda, esta última con su madre, la ya fallecida
Chari Gómez Miranda. Fotos: Teleprograma.

Gonzalo Miró es uno de esos nombres que no se entienden en televisión de no haber sido hijos de. A nadie se le escapa tampoco que la actriz y presentadora Estíbaliz Gabilondo es sobrina de Iñaki -cuyo hijo Urko ha llevado una carrera discreta en la misma profesión que su padre-, mientras que en el ámbito del periodismo, quién sabe si a las hijas de Fernando Ónega -demostrada valía profesional aparte-, Sonsoles y Cristina, les habrá facilitado las cosas el ser hijas del comunicador gallego, o a Ignacio Escolar de Arsenio Escolar, entre otros.

Gonzalo Miró, junto a una estrella en homenaje a
su madre, la cineasta Pilar Miró; Estíbaliz Gabilondo,
durante su etapa en Caiga Quien Caiga.

A la izquierda, Cristina Ónega, periodista de TVE;  a la derecha,
Sonsoles Ónega, de Telecinco. En el centro, ambas presencian
 junto a Ana García Siñeriz cómo su padre agradece un premio.

¿Hubiera sido fichada Elena Furiase para El Internado si no tuviera nada que ver con los Flores? -caso similar al de su prima Alba, si bien esta parece haberse quedado más a medio camino-. Casi tan dudoso como la contratación en la misma serie de Martiño Rivas, otro hijo de, en este caso avalado por su físico. Estos dos han optado por ámbitos artísticos distintos al de sus padres, como Carles Francino, que es de los que empezaron desde abajo. Todo lo contrario que Nicolás Coronado, del grupo de llegar y besar el santo.

A la izquierda, Lolita y Elena Furiase; a la derecha, Manuel Rivas y Martiño
 -no suelen dejarse ver juntos-. En el centro, los dos actores, en El Internado.

Carles Francino y Nicolás Coronado, con sus respectivos padres.

Carmen Morales dejaba mucho que desear en Al salir de clase -Rodolfo Sancho u Olivia Molina, al menos, demostraban más capacidad pese a carecer también de formación-, aunque con eso tampoco desentonara en exceso con la mayoría del reparto, y creo que lo sigue haciendo. Y su hermana Shaila empezó siendo también "Morales", pero debió darse cuenta que el Dúrcal le iba a abrir más puertas.

De izquierda a derecha, Olivia Molina, Rodolfo Sancho y Carmen Morales con uno
de sus respectivos progenitores y en posados correspondientes a Al salir de clase,
donde los tres dieron sus primeros pasos en el mundo de la interpretación.

En otra de las series juveniles míticas de los 90, Compañeros, también hubo actores que lo llevaban, por así decirlo, en la sangre. Es el caso de Manuel Feijoo y Virginia Rodríguez, nietos de Miliki y sobrinos de Emilio Aragón -ligado a la productora de la serie Globomedia y que, a su vez, contó con su prima Mónica Aragón en Médico de familia- y, el primero de ellos, hijo de Rita Irasema. Entre los actores de la segunda pandilla estaba Montse Pla, hija adoptiva de otra intérprete de esa serie, Beatriz Carvajal.

Arriba, Manuel Feijoo y Virginia Rodríguez solos y con el resto
del reparto de Compañeros; abajo, Montse Pla con su madre
Beatriz Carvajal, en solitario y con el elenco de la serie.

Enrique Iglesias, por su parte, siempre se dice que no contó con la ayuda de su progenitor y, cualidades aparte, ha logrado un éxito que para sí hubiera querido su hermano Julio José. Javi Cantero cantó aquello de Y cuanto más acelero, y ahí se debió de quedar, que sepamos. Al menos consiguió un (único) triunfo, que el hijo de Sara Montiel, Zeus, no llegó ni a eso pese a ponerle ganas. Talento heredado y menos discutido es el de casos como Estrella Morente, hija de Enrique Morente; Miguel Bosé, de Lucía Bosé y el torero Luis Miguel Dominguín; Montserrat Martí, de Montserrat Caballé; Concha Márquez Piquer, de Concha Piquer; Malú, sobrina de Paco de Lucía o, ya en el mundo de la moda, Estefanía Luyk, hija de Paquita Torres.

Julio Iglesias, con los tres hijos de su primer matrimonio, dos de los cuales
han probado suerte en la música; Javi Cantero con El Fary
y Zeus Tous con su madre, Sara Montiel.

Parte de la familia Bosé (Lucía Dominguín, Lucía, Miguel y Bimba), Estrella
y Enrique Morente y Montserrat Martí con Montserrat Caballé.

En casos como el del deporte, se puede aplicar aquello de que "el que vale, vale". Adrián González, Jordi Cruyff, Nelsinho Piquet, Bruno Senna, Fonsi Nieto, Manolo Sanchís, Thiago Alcántara y su hermano Rafinha o el mismo Rafa Nadal tienen antecedentes familiares deportivos exitosos, pero quienes tenían cualidades para destacar lo han hecho. El resto, quizás han gozado de oportunidades que de otro modo no hubieran tenido, pero al final han caído por su propio peso.

Ángel y Fonsi Nieto; Thiago Alcántara y Mazinho;
Adrián González y su padre Michel, que ha sido
su entrenador, y Rafa Nadal -hoy, reconocido
 madridista- con su tío Miguel Ángel.

Hay quienes al menos no han llevado un apellido por bandera, como María Esteve -quien usa el real de su padre Antonio Gades, huyendo también del de su madre Pepa Flores Marisol, que sí emplea su hermana Celia,  cantante- o Marina San José -que como su hermano, el músico David San José, sí utiliza el apellido del padre, Víctor Manuel, solo que este no es comúnmente asociado al marido de Ana Belén; lo mismo que le ocurre al actor Alberto San Juan, hijo del dibujante Máximo (San Juan)-, aunque no por eso se puede descartar que lo hayan tenido más fácil que siendo anónimas. 

Marina San José y María Esteve,
con sus respectivas progenitoras.

La historia se repite, siguiendo en el mundo del cine, con los Bardem, los Ozores, los Isbert, los Gutiérrez Caba, los Goyanes, los Rabal, los Larrañaga Merlo, los Molina, los Hurtado Carrillo, los Guillén Cuervo, los Alterio, los Dicenta Herrera o los Botto, como en otros casos ya citados, sin poner en duda su talento, muchas veces sobradamente demostrado.

Imágenes de representantes de algunas sagas españolas de actores:

-Fernando Guillén y dos de sus hijos fruto de su matrimonio con Gemma Cuervo, 
Cayetana y Fernando (la tercera, Natalia, no forma parte del espectáculo).

-Asunción Balaguer, viuda de Paco Rabal y madre de Teresa Rabal, 

con su nieto Liberto,  también actor.

-María Botto con su madre, la profesora de interpretación Cristina Rota, 

madre de otros dos hijos actores: Juan Diego Botto y Nur Al Levi.

-María Luisa Merlo, junto a sus hijos con Carlos Larrañaga: los actores Amparo Larrañaga y

Luis Merlo y el empresario teatral Pedro Larrañaga y la esposa de este último, Maribel Verdú.

-Julia y Emilio Gutiérrez Caba con su sobrina-nieta, la joven actriz Irene Escolar.

-Malena y Ernesto Alterio, con su padre Héctor.

-Emma y Antonio Ozores (que murió en 2010). Mariano o Adriana

 son otros de los miembros más destacados del clan.

-María Isbert (fallecida el pasado año), con su hijo, el intérprete Tony Isbert.

Sin llegar a constituir sagas, hay otros actores como Manuela Velasco -sobrina de Concha Velasco- o Laura Pamplona -hija de Amparo Pamplona- que también han seguido los pasos de sus familiares, igual que los sobrinos de José Luis Moreno, los guionistas Laura y Alberto Caballero, o varios de los hijos de Antonio Mercero o de Berlanga. 

Las actrices Amparo y Laura Pamplona (madre e hija)
y Concha y Manuela Velasco (tía y sobrina).

Otra de esas profesiones que dicen que se lleva en la sangre es la de torero, que se lo pregunten a Cayetano y Fran Rivera -hijos de Paquirri- o a Manuel Díaz, El Cordobés -hijo no reconocido de Manuel Benítez, El Cordobés-, entre los pocos que conozco.

Cayetano y Fran Rivera Ordóñez siguieron
los pasos de Paquirri como matadores de toros.

Caso aparte es el de Paquirrín -que se ve que no llevaba el toreo en la sangre pese a descender también del mismo padre que los diestros anteriores-, ese actor, monologuista, DJ y lo que le echen para el que creo que no hacen falta más comentarios. O, en el ámbito político, el de los enchufados del PP tras ganar los comicios generales del pasado noviembre, o el de los Baltar en Galicia.

Kiko Rivera en su faceta de DJ, con su madre Isabel Pantoja
y con Santiago Segura, que le dirigió en Torrente 4.

Como siempre, cabe preguntarse si esta gente no tiene derecho a dedicarse al mundo artístico -o a otros quehaceres, siempre de cara al público- porque sus progenitores u otros familiares lo hayan hecho. Claro que sí lo tienen, por supuesto. Pero para eso lo primero es prepararse, empezar desde abajo y, por qué no, aprovechar las oportunidades y el enchufe, pero sin dar el cante. Muchos de los citados no lo han conseguido; otros, sí.

Además, cuando a un padre famoso por dedicarse a una profesión determinada se le pregunta si quiere que su descendencia siga sus pasos, la respuesta suele ser negativa. En algunos casos, por supuesto, es de agradecer, pero, ¿por qué será que nunca les hacen caso?