Madrid vs. Barça, Mou vs. Pep

En España tenemos que ser del Madrid o del Barça. Una obligación que cobra más fuerza cuando vemos las pasiones que ambos equipos desatan más allá de nuestras fronteras, en lugares como Japón o China donde, aparentemente, sí que ni les va ni les viene. Así, raro es el español algo interesado por el fútbol que no tenga o haya tenido en algún momento cierta preferencia o mayor simpatía por uno de los dos grandes.

Pep y Mou coincidieron años atrás en el F. C. Barcelona.

En mi caso, aunque celtista antes que nada y por encima de cualquier otro equipo, siempre tuve cierta inclinación hacia el Real Madrid que con el tiempo fue a menos. Y, aunque sigue sin gustarme el Barça, suelo bromear con que motivos no faltan para cambiarme de bando. No me refiero únicamente a los resultados deportivos y a los disgustos que han acumulado los merengues en los últimos años en los cara a cara, incluido el de este sábado. Otra razón de peso se llama José Mourinho.

Los técnicos hacen gala de talantes muy diferentes.

Se dice que a los genios se les perdona todo. Pero el técnico blanco nos lo pone difícil. Y eso que en esta última ocasión no hay mucho que reprocharle –más allá de algún gesto aislado y el achacar la derrota en buena medida a la suerte, algo en lo que puede tener parte de razón-. Pero sus maneras, sus palabras y la falta de educación y respeto mostrada a rivales y periodistas en innumerables ocasiones hacen complicado tenerle simpatía. Mucho más cuando al otro lado se encuentra un tipo como Guardiola: tranquilo, a veces hasta impasible y siempre políticamente correcto –él nunca tiene ningún mérito, los rivales son estupendos y bla bla bla-, diría que incluso demasiado para mi gusto. Otra muestra de que en el término medio estaría la virtud, pero si tengo que escoger, ni mi tendencia madridista logra que me quede con Mourinho.

En todo caso, como es muy fácil ir con el que gana, hay una cosa clara, entre el catalán y el portugués, hoy por hoy, yo me quedo... con Paco Herrera.