La Copa Davis es una competición colectiva y, por tanto, lo
es también el éxito cosechado ayer por el equipo español de
tenis, que lograba ante Argentina su quinta ensaladera en once años. Nos
empeñamos en que en estas eliminatorias siempre tenga que haber un héroe y en
esta ocasión le ha tocado al mejor tenista español de todos los tiempos, Rafael
Nadal, quien, aunque suma ya su cuarto
título, nunca hasta este 2011 había podido lograr el punto
definitivo.
Pero, como digo, la gesta es de un equipo: Nadal, Ferrer,Verdasco, Feliciano, el capitán Albert Costa e incluso el tenista suplente, Marcel Granollers. Así lo reivindicaba Fernando en la anterior victoria
-2009-, cuando criticó las palabras de Zapatero en el momento de recibir a los
ganadores. Aquel había sido un año negro para Rafa, apeado prematuramente del
torneo donde nunca antes había perdido –Roland Garros- y lesionado después durante
varios meses. Así, el actual presidente en funciones destacó especialmente el papel del manacorí -para el que el título suponía el fin de una época de sinsabores en la que se llegó a especular con el fin de su carrera-, lo
que provocó las protestas del madrileño.
El equipo de Copa Davis, con Zapatero, tras la victoria de 2009. |
En aquel momento, Verdasco era reticente a que el triunfo se personalizara en Rafa y puede que tuviera parte de razón. Sin embargo, las cosas han sido distintas en esta
edición. Fue precisamente una nueva desastrosa actuación del madrileño y Feliciano como pareja de dobles en su partido la que convirtió
en decisivos los dos puntos logrados por Nadal –sumados al conseguido por David
Ferrer-.
No es cuestión de cebarse con Verdasco –que ayer era Trending Topic en Twitter a propósito de su capacidad para animar en comparación
con su discreto papel en la pista-, pero lo cierto es que si en el 2009 el
éxito fue de todos y a él le molestó que Nadal le robara protagonismo, ahora
debe agradecerle que lo haga. Gracias a él se beneficia de un éxito
colectivo que, a su vez, eclipsa un patinazo suyo junto a Feliciano que habría tenido
mucha más trascendencia en caso de perder la final y que se ha quedado en anécdota.
Los tenistas españoles, con la ensaladera de 2011. |
Siempre digo que la primera vez que oí hablar de Verdasco fue como el novio tenista de una actriz -Dafne Fernández-, cuando era totalmente desconocido en su faceta deportiva. Después ha hecho cosas importantes y ha estado entre los mejores. Y seguro que sin un Nadal, como pasa tantas veces en todos los deportes, habría obtenido un mayor reconocimiento. Pero es lo que hay y debería aceptarlo como lo hace, por ejemplo, Ferrer y huir de las polémicas, algo que no le caracteriza. De otro modo se gana a pulso la manera en que una vez leí que se referían a él en un foro, parafraseando un anuncio de anticaspa al que prestó su imagen: "Verdasco. En la cabeza, de todo menos tenis".
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