Oportunismo frustrado

La posibilidad de que Juan José Cortés vaya en las listas del PP se pone en entredicho estos días después de que el padre de la niña Mari Luz –asesinada hace tres años- se viese involucrado en un tiroteo. No se sabe si efectivamente tuvo algo que ver, si es culpable, si no… Pero aquí el problema empieza antes: ¿Qué pinta este hombre asesorando a una formación política –cualquiera que fuese, recordemos que antes militó en el PSOE y también se dijo que fue tanteado por UPyD- en temas de justicia? ¿Qué conocimiento en la materia te proporciona el hecho de que maten a tu hija?

Cortés era afiliado al PSOE cuando sufrió el drama
del asesinato de su hija Mari Luz,  de cinco años.

El señor Cortés, así como su familia, siempre ha -o había- dado un ejemplo admirable de templanza y educación en sus declaraciones a los medios. Ha luchado por cambios en la justicia acorde con lo que él consideraba correcto y se ha mostrado siempre muy cauto, sin dejar entrever nunca una sed de venganza que, hasta cierto punto, habría sido incluso comprensible. Hasta aquí todo bien. Bien también que los partidos escuchen a los padres que han sufrido este tipo de dramas, que tengan en cuenta sus demandas y sugerencias, etc. Otra cosa es un cargo de las características del que ostenta, porque el que asesora es porque sabe, y no consta que esta persona cumpla ese perfil en temas de justicia.

Cortés charla con Sáenz de Santamaría en el Congreso.

Fue, a todas luces, un fichaje oportunista y mediático, sin ningún otro sentido. Y no ha salido mal porque Cortés haya sido imputado –puede incluso que sea declarado inocente*-, sino porque era un despropósito en sí mismo. No debe ser excluido de las listas por su imputación, sino que esta tendría que servir de excusa para subsanar un error que, insisto, se había cometido mucho antes.


*Actualización marzo 2014: Juan José Cortés ha sido absuelto.