sábado, 1 de octubre de 2011

Berlusconi, morbo y apocalipsis

Pese a no estar muy al tanto de la actualidad esta última semana, supe inevitablemente de dos noticias de alcance: primero, la posibilidad de que la Pantoja y su retoño retransmitan este año las Campanadas (acabaremos echando de menos al mítico Ramontxu) y, segundo, la detención de El Dioni en el lugar donde se graba el reality en que participa (o participaba, ahí ya sí que no llego).


Acorraldos y Sálvame, actualmente en emisión en Telecinco //
Imagen promocional de las Campanadas 2011.

El caso es que, echando un ojo a los comentarios de los usuarios en la web donde me enteré de tan trascendental noticia, vi que alguno incluso especulaba con la teoría de que Telecinco se hubiera puesto de acuerdo con la policía para que se llevara a cabo la operación. Obviamente, es impensable que los cuerpos de seguridad se presten a algo así, solo faltaba, pero… ¿y si fuera por Telecinco? A ellos les viene de perlas. Como les vino en su día el accidente de Ortega Cano, máxime con su cuñada en otro espacio de la cadena. ¿Se le dice a ella? ¿No? ¿Iba borracho? ¿No? ¿Durará dos horas? ¿O aguantará dos días? El morbo llevado al extremo. Sobre esto está todo dicho, telebasura y bla bla bla. Pero lo que ve la gente, lo que vemos. Poco que añadir.


El Informal, La mirada crítica y CQC, espacios emitidos por Telecinco
a finales de los 90 y principios de 2000.

Sin embargo, lo que me recordó pensar en todo esto es que Telecinco era también la cadena que emitía los que para mí fueron grandes programas como El informal o Caiga quien Caiga (el original, el del Gran Wyoming, que le puso sus características gafas negras al rey, fue invitado por Aznar a la Moncloa y que en mi casa veíamos los cuatro en el sofá cada domingo), que, he aquí la cuestión, también contaban con el favor del público. La de las crónicas de Jon Sistiaga y la misma que destacó por su cobertura del Prestige antes de que el mundo se convirtiera en terrible y apocalíptico. Fue una etapa intermedia –y que también tenía sus sombras, claro- entre la actual y la de Jesús Gil y las Mamachicho que recuerdo vagamente. Un espejismo en la que siempre fue una cadena de Berlusconi. Y eso, imposible que no sea así, se nota.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Miriam. Es más, hubo quien intentó cambiar la imagen de la cadena pero estaba tan fijada y había tanta gente viviendo a costa de los programas del "corazón" que no cuajó. Esperemos que emiecen a recapacitar y sigan el ejemplo de Antena 3 (que dejó de emitir DEC).

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  2. Es verdad, me acuerdo que cuando quitaron el Tomate hubo un amago de cambiar de línea, pero duró un suspiro!

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