Comenté ya algo sobre una de las sensaciones de la ficción televisiva de esta temporada, Vis a vis. Pero hoy, una vez finalizada la primera tanda de episodios -hace justo una semana-, quiero extenderme un poco más sobre un producto sorprendente que se ha ganado el favor de un público entre el que me encuentro.
Con la serie protagonizada por Maggie Civantos me pasa algo que supongo que le ocurrirá al grueso de los espectadores: no sé hasta qué punto es realista. Todos hemos visto muchas películas con escenas en la cárcel y hemos oído cosas al respecto, pero la mayoría, afortunadamente, no hemos vivido semejante situación en primera persona y no sabemos cuánto de lo que se cuenta es verdad y cuánto leyenda urbana y por tanto, cuánto hay de realismo y cuánto de ficción en esta producción de Globomedia.
La emisión de la serie ha coincidido con parte de la estancia de la tonadillera Isabel Pantoja en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra y una se pregunta si lo que cuenta Vis a vis -aunque ambientado en la novedosa figura de un centro penitenciario privado, algo que no existe en España- puede tener algo que ver con la realidad de la cantante, o con la de cualquier reclusa de España, vaya. A veces produce angustia ver cómo en la trama a los buenos no les dejan ser buenos por mucho que quieran. Amenazas, palizas, chantajes, incluso asesinatos entre rejas, un drama paralelo vivido fuera por la familia de la protagonista... Desde luego, es mucho mejor pensar que solo es ficción.
En cualquier caso, está visto que la serie es novedosa -al menos en España, que ya sabemos que se le ha acusado de ser demasiado similar a la americana Orange is the new black-, que está bien hecha y que engancha. El elenco también está de diez, con nuevas caras como la de la protagonista, Maggie Civantos, o las propias Alba Flores y Berta Vázquez, aparte de otras mas veteranas que también hacen un gran trabajo, como María Isabel Díaz. Por no hablar de la espectacular Najwa Nimri.
La ficción televisiva española vive una nueva etapa. La época de las series familiares y gremiales (buena parte de las cuales me tragué con gusto en mi infancia y adolescencia) quedó atrás hace mucho. Después vino una época de innovación hacia la ciencia ficción que no me acabó de convencer (El Internado, El Barco, Los Protegidos) y ahora siguen surgiendo propuestas cada vez más novedosas algunas de las cuales me han vuelto a ganar, sin olvidar a despropósitos como Anclados o Aquí paz y después gloria, bodrios pese a los cuales la ficción española está demostrando que sabe estar a la altura.
Un conocido de mi hermana, de sus años de socorrista, tuvo una empresa con su hermano y llevaron un par de años la piscina de verano de Alcalá-Meco,entre otras muchas.
ResponderEliminarNinguno de los empleados quería ese destino porque las presas les hacían sentirse muy incómodos por los piropos subidos de tono,las bromas pesadas (se ahorraron los detalles),las peleas entre ellas,etc.
Decían que aquello era lo más parecido a un instituto de alumnas internas que un centro penitenciario,aunque las peligrosas de verdad no tenían derecho a usarla (delitos de sangre,terroristas y casos similares).
Con respecto a la serie,ya te comenté que Maggie Civantos no me convence como protagonista y hubiese preferido a Berta Vázquez o cualquier otra actriz con más carisma.La chavala es sosita a más no poder.
Por cierto,le pegaría mucho a Blanca Portillo un papel de presa peligrosa para la segunda temporada.
A mí sí me gusta Maggie, a la que además ya conocía de otros papeles. Pero lo de Najwa Nimri me parece impresionante y el reparto en general considero que hace un gran trabajo.
ResponderEliminarUn amigo mío,de tu mismo gremio,la tiene como una de sus musas desde hace años (la primera su mujer,que conste).Yo la recuerdo de "Los amantes del círculo polar ártico",donde hacía un gran papel.Si no la has visto te la recomiendo.:)
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