Cifras, realidades y ayuda divina

Zapatero tardó meses en reconocer que había una crisis; creo que Rajoy engaña a la inversa: adelantando un final que, si bien tiene que producirse -esperemos, digo yo- todavía está muy lejos de la realidad de los ciudadanos de a pie. Pero el actual presidente tiene la ventaja de que, si a su antecesor el paso del tiempo le desmentía, a él le va a dar la razón. Recordemos su discurso: "Vamos a acabar con el paro", "Estamos saliendo de la crisis". Referencias temporales (tiempo futuro aparte), pocas. Y así cualquiera acierta, porque después de casi seis años, el ciclo económico tendrá que cambiar en algún momento.

La noticia de la semana es el descenso del paro en 1.949 personas
(esto ha dado lugar a chistes sobre si en realidad se había regresado a ese año)
y el hecho de que, como se encarga aquí de subrayar la web de TVE,
se trata de la primera caída en febrero en siete años.

Nos dicen que ya no se destruye empleo. Claro, llegados a un cierto punto, ya no se puede ir a más. Y que se crea, lo de menos es la precariedad de esos nuevos puestos de trabajo, imagino. Todos los pasos hacia atrás que se han dado, toda la gente joven que se ha marchado (y la noticia que enlazo es de hace un año) del país. En febrero se crearon la friolera de 1.949 puestos de trabajo. Y paso a reproducir un fragmento de un texto de Javier Gallego: "A este ritmo vertiginoso, si no se destruye ningún empleo, en apenas 205 años el gobierno habrá acabado con los 4 millones 800 mil desempleados apuntados al paro, o en unos 250 años si tenemos en cuenta la encuesta de población activa que contabiliza casi 6 millones de parados".

El tono triunfalista del presidente en eso que se da en llamar Debate sobre el estado de la Nación (y que cada año se reitera como una pantomima donde todos ganan al estilo del EGM, menos los ciudadanos) es casi una falta de respeto. Si una lección debería haber aprendido en vista de lo que le ocurrió a Zapatero creo que es la de la prudencia: algo tan básico como no negar una realidad que existe y, en su caso, no hacerlo tampoco a la inversa.

Rajoy, posando satisfecho para los medios durante el Debate sobre
el estado de la Nación. Foto: Público.

Incluía en el título de este post la "ayuda divina". Las referencias religiosas son una constante en este Gobierno ya desde que Fátima Báñez, que ahora asegura que "el mercado laboral ya se ha dado la vuelta", se refirió al capote de la Virgen del Rocío. Que un ejecutivo descargue responsabilidades sobre las figuras religiosas en la que creen sus integrantes es ridículo a la par que preocupante. Y ocurre en un estado aconfesional. Me recuerda a cuando mi abuela -85 años-, cuyas creencias religiosas respeto profundamente y a la que no se me ocurrió rebatirle nada, me dijo que para encontrar trabajo fuera a misa y rezara mucho. El partido que manda en este país se expresa y actúa en la misma línea. Ejemplos entre el año 2012 y la actualidad:

• "De la Virgen del Rocío, un capote siempre llega". A esto le dediqué un post allá por junio de 2012, así que no me voy a repetir. Mucho se ha hablado de ello -llegando muchos internautas a exigir en tono jocoso la dimisión de la Virgen en algunos momentos críticos- y cada uno puede sacar sus propias conclusiones.

El "capote de la Virgen" llegó hace casi dos años.

Y cuando estamos empezando a salir de la crisis,

según Mariano Rajoy, es ahora.

• "Santa Teresa está siendo intercesora para España en tiempos recios". El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se atrevió a pronunciar estas sorprendentes palabras en la presentación de un proyecto cultural y turístico titulado Las huellas de Santa Teresa. "Estoy seguro de que el esfuerzo de ella desde arriba, que manda mucho, hará que sea un éxito", añadió.

• Medalla del mérito policial a una Virgen. Es un tópico, pero real como la vida misma: cada vez hay más noticias que, solo con el titular, me cuesta discernir si pertenecen a medios de información o humorísticos como El Mundo Today. Me ocurrió hace unos días cuando supe que el ministro del Interior (otra vez él) había condecorado a Nuestra Señora María Santísima del Amor por "valores como la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio". Ya en el año 2012, el ministro había decidido condecorar también a la Virgen del Pilar. En respuesta a esto se inició en change.org una "recogida de firmas por al concesión de la medalla del mérito policial a Mortadelo y Filemón".

Petición para la concesión de la medalla del mérito policial a
Mortadelo y Filemón, que cuenta con más de 18.000 firmas.
Post relacionado: Por pedir, que no quede.

• Wert avala un curso para profesores sobre apariciones y milagros de la Virgen. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, dio el visto bueno a la inclusión de esta disciplina en los cursos de formación del profesorado de la Comunidad Valenciana.

• La Virgen del Rosario, alcaldesa perpetua. Aquí nos salimos del Gobierno, pero fue un ayuntamiento gobernado por el Partido Popular, el de Roquetas de Mar, el que nombró alcaldesa perpetua a la Virgen del Rosario por ser "la imagen a la que los ciudadanos pueden acudir en los momentos más difíciles o determinantes en sus vidas". Es de justicia decir que también el ayuntamiento socialista de La Línea de la Concepción hizo lo propio con su patrona, la Inmaculada Concepción.

• Ana Botella pide al Cristo de Medinaceli trabajo para los madrileños. Ha sido la última en sumarse a esta lista (lo añado un día después de publicar el post).

• Otros. Algunas cosas vienen de atrás (no se pueden vincular exclusivamente al PP), pero este artículo del Huffington Post nos recuerda que en España hay crucifijos en edificios públicos y en las juras de cargos, la Iglesia está exenta de pagar el IBI y en la declaración de la renta se puede marcar famosa "X a favor" de esta institución, se imparte la religión como materia en la escuela pública y los funerales de estado son católicos.

Entonces, ¿la salida de la crisis es cuestión de tomar determinaciones acertadas o de rezar, pedir y condecorar a quien corresponda a juicio del Partido Popular? Escuchando a nuestros políticos, no queda claro. Alguien debería recordarles, eso sí, que mentir -volviendo a lo que decía de Rajoy al inicio- también contraviene los diez mandamientos.

Relacionado: 

-Cómo convertirse en uno de los 31.

-#QuelaenseñeRubalcaba (Debate sobre el estado de la Nación 2013).