Batallas perdidas

Hace unos días me coincidió ver un trozo de la entrega del Balón de Oro, en la que la principal protagonista femenina fue una Shakira que dijo sentirse orgullosa "de pertenecer a la familia de la FIFA", no sabemos si más por el Waka Waka o por su relación con el barcelonista Gerard Piqué. Fue entonces cuando me enteré de que también había Balón de Oro femenino. Pero ni una sola referencia a ello en los medios ni antes ni después, mientras que de que iban a ganar Guardiola y Messi -y, después, de que efectivamente lo hicieron- era realmente complicado no enterarse.

Homare Sawa y Leo Messi, ganadores del Balón de Oro 2012.

En la misma línea, el conjunto español de gimnasia rítmica se clasificó para los Juegos de Londres en el preolímpico de repesca -qué lejos queda aquel oro de Atlanta 96- , en el que, además, logró la primera posición. Unas colas del Telediario me permitieron enterarme, y gracias. Sin embargo, todos sabíamos también que ayer se disputaba un Madrid-Barça y todo lo que sucedía alrededor. Y si hubiera estado en juego la presencia de la selección española de fútbol en Mundial o Eurocopa también habríamos estado puntual -y, casi seguro, excesivamente- informados.

El equipo español de gimnasia rítmica del 96 con el oro de Atlanta //
El actual conjunto, celebrando la clasificación para Londres.

Está claro que no digo nada nuevo y que es una batalla perdida. No solamente con estos ejemplos de deportes femeninos, también con casi todos los que no son fútbol -con mención aparte-, tenis, baloncesto, ciclismo -y, ojo, soy la primera a la que le gustan- y otros como motociclismo o fórmula 1, con mayor o menor protagonismo dependiendo, en el caso de los canales de televisión, de si la cadena correspondiente tiene o no sus derechos de emisión.

Almudena Cid, David Cal y el conjunto español de natación sincronizada.

Para que Almudena Cid fuera popular tuvo que ser la única gimnasta en participar en cuatro Olimpiadas y llevar la cuenta de las medallas de Gemma Mengual y sus compañeras de sincronizada resulta a estas alturas realmente difícil. Natación y atletismo suelen ser noticia, en los últimos tiempos, por batir registros negativos en número de metales, y el palista David Cal tuvo problemas para conseguir patrocinadores tras haberse convertido en el primer gallego en lograr un oro olímpico. Sobran ejemplos y le sobra mucho protagonismo al deporte rey -en versión femenina, ni que decir tiene- que, repito, tanto me gusta...