sábado, 11 de abril de 2015

Medias tintas

Me voy a atrever hoy a meterme en un terreno bastante pantanoso: la acusación de malos tratos que pesa sobre el político y exministro socialista Juan Fernando López Aguilar. A priori, es una noticia muy sorprendente, aunque hay que recordar que los allegados de todo maltratador suelen contar luego que nunca lo hubieran imaginado, con lo que casi siempre resulta impactante. Lo que sabemos hasta ahora es que ha sido denunciado, que tendrá que responder ante la justicia y que las denuncias falsas suponen un porcentaje ínfimo en relación a todas las que se presentan por este tipo de hechos delictivos.


Gorka de la Nuez
Natalia de la Nuez y Juan Fernando López
Aguilar, en una imagen de archivo de El País.

Es muy difícil ser prudentes en estos casos en los que caer en la tentación de no respetar la presunción de inocencia es habitual y, en cierta medida, comprensible. Porque no sé si es más grave -y más difícil de creer- que una persona maltrate a otra o que alguien se invente que es víctima cuando no es así.

Lógicamente, yo no tengo ni idea de lo que ha sucedido entre este exmatrimonio. Ahora bien, sea o no una víctima, la actitud de la exesposa, Natalia de la Nuez, no me parece acertada. Ha concedido al menos una entrevista que yo haya podido leer y en la que no habla claro de lo sucedido. No tiene ninguna obligación de hacerlo, por supuesto; de hecho, creo que el silencio hubiera sido la solución más inteligente. Pero si haces declaraciones, al menos que no sea con medias tintas.





De la Nuez, que esta noche volverá a hablar en Telecinco, ha asegurado que ella no es la denunciante y que nunca va a tomar medidas contra su ex. Primer error por su parte. Sabemos que muchas mujeres no se atreven a poner los hechos en conocimiento de la policía, pero, ¿te atreves a conceder entrevistas y no a denunciar? Habla de llevarse bien por sus hijos pequeños, y que por eso no lo hace. ¿Y sus palabras diciendo que es un "atormentado" -ahí sí es tajante- no les pueden dañar? ¿Qué pretende exactamente?

Si ella no denuncia podríamos deducir, como decía, o que no se atreve o que no ha existido maltrato. Pero deja entrever que sí lo hubo al establecer una comparación con el neumólogo que sabe que no está bien fumar y lo hace (en referencia a la participación de López Aguilar en la ley sobre violencia sexista). Menciona desencuentros, pero lo enmarca dentro de cierta normalidad. Al mismo tiempo, destaca que el ámbito público es donde "él es perfecto". Entre no ser perfecto y maltratar a una mujer hay un trecho... Y sigo sin saber de qué habla exactamente esta señora. Probablemente nunca lo sepa.




En el caso de que De la Nuez haya sido víctima de maltrato, su actitud no le quita ni un ápice de gravedad a lo que habría padecido. Ahora bien, creo que ha estado muy lejos de ser la correcta, por mucho que la de López Aguilar -si se demuestra su culpabilidad- sea incomparablemente peor.

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