De tiroides, hipocondría y diagnósticos por vía telefónica

Siempre he cuestionado la eficacia y pertinencia de los programas de salud en televisión. En concreto, las del más veterano: Saber vivir, de la televisión pública española. De todas las veces que en estos muchísimos años me ha coincidido ver un poco (antes como espacio independiente con Torreiglesias; desde hace tiempo integrado en el programa de Mariló Montero con el doctor Luis Gutiérrez y, esta temporada, con otro cuyo nombre se me escapa), me llamaba la atención que la gente telefonee a la tele para hacer preguntas que, a todas luces, deberían formular a su médico. "Es que el doctor me dijo X y no entiendo bien qué significa", por ejemplo.

El caso es que a mí me diagnosticaron un problema de tiroides hace pocos meses. Y esta mañana, haciendo zapping, vi que hablaban de los trastornos de esta glándula, así que presté atención un rato (por la curiosidad de si decían algo que me pudiera ser de utilidad) y, como tenía que salir, después lo busqué en la web de TVE y me tragué el espacio completo. Estas eran las principales conclusiones:

Fue ver esto y empezar a preguntarme si de repente se me iban a poner los ojos saltones y demás (el cansancio era mi principal síntoma y único de los que ahí figuran; como del primer problema -niveles bajos de hormona tiroidea- pasé al segundo -niveles altísimos-, no sé muy bien con cuál de los grupos me tengo que identificar finalmente). También mencionaron problemas para concebir, de hipertensión, de obesidad, temblores y un sinfín de inconvenientes que quitaban a uno las ganas de seguir viéndolo y que mi endocrino no mencionó en ningún momento. Como solución, por si fuera poco (porque a mí no me gustan, digo), comer berberechos y almejas:

También mostraban las pruebas que se han de hacer para diagnosticarlo, como una ecografía del cuello que a mí no se me realizó. Total, que verlo solo me sirvió para generar dudas innecesarias (momentáneas, porque sé que no merece la pena hacer caso de esto ni adelantar acontecimientos). ¿Cuántas personas, sobre todo mayores, que ven este programa y no tienen ningún problema de tiroides pueden sentirse identificados con alguno de estos síntomas? ¿Y con los de otros muchísimos males de los que hablan (cada día, uno)? ¿Qué garantías pueden tener las respuestas a las personas que llaman y dan cuatro datos de su situación por vía telefónica? (Los televisivos suelen concluir con un "vaya al médico"). ¿No es mejor preguntar a un doctor, al mismo que te diagnostica? (Ya sé que hay muchas listas de espera y demás, pero las preguntas suelen ser tipo: "El médico me dijo esto y me quedó tal duda", ¡pues habérsela consultado a él!). Sin duda, este tipo de espacios no son aptos para hipondríacos. Y yo por ahora, paso de comer almejas. Me ciño a lo que se me recetó (para todos los días del resto de mi vida, media hora antes de comer, y que todos los males de salud sean este):