Cómo convertirse en uno de los 31

31 personas dejaron el paro en el mes de agosto, pero siguen (seguimos) siendo muchos los que engrosan la lista de desempleados. Por ese motivo, es cada vez más frecuente que trasciendan noticias de personas que desarrollan iniciativas curiosas, casi diría que espectaculares en algunos casos, para llamar la atención y tener más posibilidades de conseguir el tan preciado bien en el que se ha convertido un puesto de trabajo. El último caso es el de un chico que se expuso en un escaparate. Aquí repaso ese y otros que ya conocía, más algunos otros que he encontrado al buscar sobre este tema. Cosas que nunca me atrevería a hacer o que ni se me habrían ocurrido nunca (o ninguna de las dos cosas), pero que merecen mi admiración:

Este joven desempleado de 28 años, Francisco Javier Cebollero, ha
optado por exponerse en un escaparate de Zaragoza a la espera
de que alguien le ofrezca trabajo. Licenciado en Economía,
se instaló en un local próximo a una oficina de empleo.

El caso más conocido quizás sea el de Enzo Vizcaíno,

joven periodista que cantó su CV en el metro de Barcelona. Se
acompañaba de un ukelele y de un amigo que le grabó en un vídeo
que enseguida se convirtió en viral.  Pocos días después,
 fue contratado por un espacio de humor de LaSexta, Así nos va.

La  letra de su canción nos dejaba perlas como estas:

"En cuanto a idiomas le diré: Tengo un buen nivel
de inglés, I used to fly with Ryanair /
Parlo anche italiano, livello amore de verano,
y pillo algo de francés".

La profesora de Ciencias Núria Fusté buscó las similitudes entre las
cualidades que se necesitan para elaborar galletas y para ejercer la
docencia tras el cierre del colegio donde ella lo hacía.
 Lo plasmó en un vídeo muy recomendable:

La web en la que Pablo Pedrido se ofrecía para ser "rescatado de la cola 
del paro" ya no existe. He tenido que recurrir a capturas que se hicieron en su
momento y que se encuentran en otros sitios debido a que este gallego
 de 23 años (ahora, 24) logró su objetivo: fue contratado antes de que
concluyese el plazo de 30 días que se había dado para encontrar
trabajo en España antes de hacer las maletas.
Así lo refleja en su LinkedIn:

Frases como "Es más listo que el hambre", "tienen que darle una
oportunidad porque lo digo yo" o "a ver si me da la alegría de verle
colocado antes de que me muera" son la carta de presentación de
David Heredia en el caso más emotivo de todos los que aquí
recojo. Las pronuncian (¿quién mejor?) sus abuelos:

Quizás menos conocida, a mí me llamó la atención la iniciativa de este comunicador que creó un blog
bajo el título de Manolito busca trabajo. En unos meses, lo había logrado, pero la web todavía está disponible para curiosear en ella (aunque recuerdo haber visto en su día un CV muy original, parte del cual figura en
la cabecera de la web, sobre estas líneas, que parece que ya no está).

Michiel Das, belga afincado en Barcelona, recurrió a la teoría de los
seis grados para buscar empleo (como se ve debajo, también lo logró).
Para ello puso en circulación tres tarjetas diferentes con el fin de que
fueran pasando de mano en mano hasta que cayeran en la de
alguna persona interesada en contratarle. Y así sucedió.
Su web, El viaje de mi tarjeta.

Al igual que en el caso anterior, Sergio Pellicer también utilizó la teoría
de los seis grados. No sé cuál de los dos lo hizo antes, pero el vídeo que
a este creativo publicitario veinteañero le llevó a "currar de lo suyo"
como pretendía no tiene desperdicio (en especial, las caras de las
personas a las que les comentaba la meta que luego cumplió):

Raül Calabria se propuso hacer una campaña de marketing consigo mismo,
según explica en primera persona en su web, y de ahí surgió la iniciativa
viral de Salvar a un periodista, definida como "ONG de liberación de periodistas.
 En este vídeo se puede ver la elaboración de su CV-brick,
 donde queda claro que es "la leche".

En el caso del guionista Juan Pedro Gálvez (34 años) pasados los cien

días que se dio de plazo (se acaba de cumplir un año) no consiguió el

objetivo, pero sí una gran visibilidad gracias a la original 

idea de ofrecer promesas a cambio de encontrar trabajo

en el periodo de tiempo que se había marcado.

Su web, que sigue activa.

Mario busca curro y tiene tan asumido que recibirá portazos que
invita a hacerlo a quien visite su web, que he descubierto hoy mismo
(aunque es del año 2010) y que me ha encantado. El protagonista,
el diseñador gráfico Mario Ortega, trabaja ahora como
freelance de acuerdo con su perfil en LinkedIn.

Carlos Goncer se ofreció a correr a diario, sumando un kilómetro por
cada jornada que tardara en encontrar un empleo. Licenciado en Derecho,
tardó un mes en ser contratado por una firma que le conoció a
través de su iniciativa, que corrió como la pólvora a través
de las redes sociales igual que las anteriores. He aquí
el final feliz de su historia:

Y nada, ya que hablo de empleo, como quien SÍ quiere la cosa, dejo por aquí los enlaces a mi CV, mis trabajos y mi perfil de LinkedIn, que nunca está de más...