La campeona mundial y diva del atletismo Yelena Isinbayeva ha sido noticia esta semana por algo que nada tiene que ver con sus saltos ni con su exitosa retirada de la competición: su opinión sobre las relaciones homosexuales. La deportista salió en defensa de la ley de su país, Rusia, que prohíbe las muestras de afecto en público entre personas del mismo sexo.
Isinbayeva se justificó al día siguiente diciendo que el inglés no es su primera lengua y que, posiblemente, se habían malinterpretado sus palabras. |
"Si permitiéramos e hiciéramos todas esas cosas en las calles, temeríamos por nuestra nación", dijo la campeona de pértiga, para luego abogar por que "los chicos estén con las chicas, y las chicas con los chicos". Intentó aclarar que, pese a esto, no está en contra de los homosexuales, sino únicamente "del exhibicionismo" en su país. Todo esto le ha valido muchas críticas, hasta el punto que a más de uno se le ha caído un mito y de que se ha creado hasta una petición en change.org para que se le retire el Premio Príncipe de Asturias que se le concedió en el 2009. A mí me gustó el tuit que titula este post: "Isinbayeva, tan alto saltas como bajo caes".
Hace justo un año dediqué un post a deportistas metidos a políticos. Otro día repasaré a los famosos de otros ámbitos (desde el famoso grupo conocido como "de la ceja" hasta las divas del PP, como Norma Duval o la más reciente Leticia Sabater). Es un tema que da para mucho el de si los personajes populares se deben pronunciar o no sobre sus ideas y convicciones. Siempre he defendido que sí. Ni más ni menos que como cualquier persona.
Los famosos conceden entrevistas y no tiene nada de malo que se expresen sobre los temas que deseen si les apetece hacerlo. Quién sobre política dice sobre su vida personal o sobre cualquier otro aspecto. Y si tienen unas convicciones y quieren aprovechar su popularidad para transmitírselas a sus seguidores, e incluso influir en ellos para hacerles llegar la visión de las cosas que consideran mejor, no me parece mal. Como tampoco veo mal que opten por guardar silencio.
Otra cosa es que si eres artista, deportista, literato, etc. y expresas tus ideales en público, tendrás que aceptar la repercusión que pueda tener en tu imagen, para bien o para mal. A muchos se les ha caído el mito de Isinbayeva como a mí se me caería Nadal si le oigo decir algo por el estilo (aunque el mérito deportivo en ambos casos, obviamente, no se vea alterado por esto ni por nada). Más allá del talento, y aunque no siempre sea justo, uno puede despertar simpatías o antipatías por diferentes motivos (véase, por ejemplo, Jorge Lorenzo, del que no sabemos sus preferencias políticas, pero que se ha ganado el rechazo de muchos por sus actitudes, más allá de unas aptitudes y un talento indiscutibles). A cada uno le corresponde ver si le compensa.
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En los países escandinavos y en Rusia las muestras de afecto entre las parejas,sin alcohol de por medio,son raras e infrecuentes.Incluso un simple beso de una madre a su hijo.
ResponderEliminarQue sea considerado un delito es una barbaridad.
En cuanto a que las celebridades muestren públicamente sus opiniones me parece respetable,pero tienen que saber medir el tono y el contexto en el que lo hacen público.
Estuvo fuera de lugar en la gala de los Goya con el "No a la guerra" y en los Oscars con el "homenaje a Al Gore" cuando ganó el premio el documental "Una verdad incómoda".
Un caso particular chocante es el de Javier Bardem con su pose chulesca contra todo medio de comunicación en España y su crítica sin tapujos a EEUU,pero en cuanto va a un programa allí muy dócil y no levanta la voz.Incluso es "simpático" y ríe las gracias.
¡Cómo cambia el cuento!
No estoy en absoluto de acuerdo con que estén fuera de lugar las reivindicaciones. Si a los premiados se les da un tiempo para hablar, tiene el mismo derecho el que opta por una retahíla de nombres en la que se acuerda de toda su familia que el que prefiere expresar una queja o una idea. Es una elección personal y perfectamente válida, para mí.
ResponderEliminarLa mejor que he escuchado (en parte te doy la razón) fue cuando Jorge Drexler recogió su galardón a la mejor canción por "Al otro lado del río".
ResponderEliminarEra en español y la versionó otra persona en inglés en la actuación para presentar a las candidatas al premio,pero él cantó una estrofa en español.
Le aplaudió parte del público y es de agradecer su revindicación.
En los dos ejemplos anteriores, falló el tono y no el contexto.No puedes centrar unas galas en una revindicación constante,aunque sí puntual a lo largo de la gala.
Creo que ahora lo he explicado mejor.
Que conste que respeto tu punto de vista y es de agradecer que lo hayas explicado bien.
Un ejemplo de una gran reivindicación (de la lengua gallega), desde el 1.30: http://www.youtube.com/watch?v=JyXT-kL4vu0
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