Empiezo a escribir estas líneas sin estar del todo segura de si las publicaré. Igual no merece la pena, quizá debería guardármelo para mí. Pero como desahogo seguro que no están mal.
No me quiero poner filosófica, pero para empezar me sale escribir que vivimos en una sociedad donde aprovecharse del trabajo de los demás está a la orden del día, es lo más fácil y, muchas veces, no tiene consecuencias. Con respecto al blog -que no es a lo que me refiero hoy, pero los tiros sí van por el mismo sitio- me he quejado muchas veces de cómo me copiaban posts y me cogían fotos sin mencionar el origen. Pero luego están los que piensan que con ese detalle de "mencionar el origen" ya está todo solucionado -se cubren así las espaldas- y pueden sacar beneficio del trabajo de otros en reiteradas ocasiones y sin el mayor remordimiento de conciencia -imagino yo, vaya-.
Vamos a poner el ejemplo de blog aunque, repito, no sea a lo que hoy me refiero. ¿De qué me sirve a mí que alguien me copie cada post -o uno de cada tres, da igual, me refiero a hacerlo de manera frecuente-, con su contenido original íntegro, y meta por el medio del texto -cuanto menos se vea, mejor- "según Palabras a punto"? Pues de nada. Es algo que una vez o dos estaría bien, pero no de manera sistemática. Y ahora vamos a añadir que este blog no es un trabajo, que no me lucro de él y que, al final, aunque me fastidie igualmente y lo haya reflejado aquí más de una vez, no me va la vida en ello. Si trasladamos esto a medios de comunicación donde el que copia y el que es copiado sí persiguen un beneficio, hay un componente bastante diferente que agrava la cuestión.
Ya el tema de las fotos me parece quizá incluso más escandaloso. Circulan por las redes sin mencionar para nada su autoría, hasta el punto de que a veces, aunque quieras, no puedes saber a quién pertenecen. Cada imagen tiene un autor, no ha nacido de la nada. Me pone mala que tanta gente se apropie de ellas como si desde el momento en el que se suben a Internet dejaran de ser fruto del trabajo de una persona concreta. Hay casos incluso de gente que se queja de que utilicen sus datos sin citar fuente -cosa que insisto en que está muy mal hecha- pero hace lo propio con fotos de terceros, lo que demuestra que no hay conciencia de que estamos hablando de lo mismo (uso del trabajo de otro). Y ya redes al margen, en otros medios, o que se hacen llamar medios, vivir de las imágenes de otros, aunque sea citando procedencia, tampoco debería ser el pan de cada día.
Ya el tema de las fotos me parece quizá incluso más escandaloso. Circulan por las redes sin mencionar para nada su autoría, hasta el punto de que a veces, aunque quieras, no puedes saber a quién pertenecen. Cada imagen tiene un autor, no ha nacido de la nada. Me pone mala que tanta gente se apropie de ellas como si desde el momento en el que se suben a Internet dejaran de ser fruto del trabajo de una persona concreta. Hay casos incluso de gente que se queja de que utilicen sus datos sin citar fuente -cosa que insisto en que está muy mal hecha- pero hace lo propio con fotos de terceros, lo que demuestra que no hay conciencia de que estamos hablando de lo mismo (uso del trabajo de otro). Y ya redes al margen, en otros medios, o que se hacen llamar medios, vivir de las imágenes de otros, aunque sea citando procedencia, tampoco debería ser el pan de cada día.
Creo que un verdadero profesional que respete su oficio no haría según qué cosas. Aunque fuera lo más fácil: rédito a cambio del esfuerzo... de otros. Y por eso considero que hay quien va de profesional y lo será para algunos, pero a mí me ofrece serias dudas. Y como hace mucho que no creo en los "cada uno recoge lo que siembra" ni en los "el tiempo pone a cada uno en su sitio" solo me queda acogerme al "allá cada uno con su conciencia".
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