jueves, 18 de junio de 2015

Ciclo de la vida y el afán por diferenciarse

Después de los votos nulos ocurrentes, el resultado del paso por las urnas el pasado 24 de mayo nos ha dejado algunas cosas curiosas más. En concreto me acuerdo de los meñiques de la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez -esto espero comentarlo más en el resumen semanal-, y del tema al que quiero dedicar este post: la concejalía del ciclo de (la) vida. El "la" lo pongo entre paréntesis porque lo he visto con y sin, pero no me parece relevante.



La artífice de esta concejalía es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la denominación se completa con "feminismo y LGTB". Pero la primera parte -sobre las otras comento luego- es la que enseguida ha llamado la atención y ha dado lugar a parodias y burlas. En concreto, el Rey León ha cobrado protagonismo a gran velocidad:




Me parece una excentricidad como otra cualquiera el nombre elegido. Si con ciclo de la vida se refiere a "niñez", "juventud", "vejez", etc. pues podría haberle llamado de "ciudadanía" y listo. Lo veo un producto de ese afán por diferenciarse -que en sí mismo no es malo dado que a lo que nos tienen acostumbrados tantos políticos en el poder-, pero aplicado a algo que es lo de menos, como es un simple nombre. En cuanto a "feminismo" y "LGTB", yo lo hubiera dejado en "igualdad" en el más amplio sentido de la palabra, aunque no es una crítica a que se haya incluido en la denominación.


Alcaldesa de Barcelona
Ada Colau, fotografiada en el metro en su
primer día como alcaldesa de Barcelona.


Está muy bien ver a alcaldes yendo en metro o en bici al ayuntamiento y poniendo nombres innovadores a sus departamentos. Pero mejor estará ver que realmente van a ser diferentes en la práctica y que no todo va a ser flor de un día o una cuestión de nombres. Una cosa no quita la otra, así que ojalá la novedad en la manera de llamar a las cosas sea la primera de muchas novedades, pero no de muchas excentricidades de poca utilidad.

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