domingo, 26 de enero de 2014

Nadal, leyenda inagotable

Cuando Rafa Nadal consiguió este viernes el pase a la final del Open de Australia decidí que le iba a dedicar un post (y eso que en su día también aseguré que hasta que se retirara no haría otro, porque se me habían acabado los calificativos y me repetía ya demasiado), uno más. Ganara o perdiera. Y, de hecho, esta entrada va a llevar varias horas hecha en su mayor parte en el momento en el que se publique, a la espera solo del "detalle" del resultado final. Un resultado que podía agrandar si cabe su mérito, pero de ninguna manera ensombrecerlo. Porque Rafa ha combinado durante estas dos semanas de torneo dos rostros, el del dolor y el de la satisfacción de seguir hacia adelante pese a él. Ha caído finalmente, por primera vez frente a Wawrinka. Con problemas físicos, pero si él se caracteriza por no poner excusas jamás, no voy a ser yo quien lo haga.


Estas dos imágenes se han ido repitiendo durante el transcurso del Australian Open.



Stanislas Wawrinka ha sido la gran revelación del
torneo y ha vencido en su primera final. Nunca antes
había derrotado a Nadal y no poseía siquiera un solo
título de Masters 1000. Enhorabuena para él.

Nadal ha hecho realidad muchas veces lo que parecía imposible. Se le ha visto remontar todo tipo de partidos y sobreponerse lesiones de lo más variopinto, algunas de gravedad que hicieron que muchos llegaran a dar su carrera por finiquitada y tuviera luego que tragarse sus palabras. Ya había ganado a los mejores y se había proclamado campeón en todos los Grand Slam incluido el Open de Australia. Esta vez se ha sobrepuesto -con la salvedad de la final, en la que también se ha anotado un set cuando parecía muerto- a un enemigo nuevo, una tremenda ampolla en la mano por la que requirió atención en la mayoría de sus choques. A eso se sumaron los problemas de espalda esta mañana que, en mi opinión, sí empañan el triunfo de su rival, pese a que este no tenga ninguna culpa (más allá de un berrinche bastante innecesario) y a que dominaba antes de los problemas físicos de Rafa (a al menos, antes de que estos se hicieran evidentes también para el público).



La cara de la persona que atendía a Nadal lo dice todoA la izquierda, 
doliéndose de la espalda durante la final concluida hace unos instantes.


Bernard Tomic, Thanais Kokkinakis, Gael Monfils, Kei Nishikori, Grigor Dimitrov y Roger Federer
De izquierda a derecha: Bernard Tomic, Thanais Kokkinakis, Gael Monfils, Kei Nishikori,
Grigor Dimitrov
y Roger Federer, los rivales a los que Nadal apeó de este Open de Australia 2014.


Esta mañana, mientras desayunaba poco antes de empezar el partido, me llamaron la atención las palabras de la presentadora del Canal 24 Horas Beatriz Pérez Aranda (la del pepino): "Hoy Nadal puede dar un paso para convertirse en leyenda". No, Nadal es leyenda. Pese a haber perdido. Es más, su manera de perder en general y hoy en particular ha contribuido a que lo sea. Y de eso ya hace tiempo, no necesita más pasos.





Nadal ha pedido incluso disculpas a los asistentes por no haber podido concluir en partido en las mejores condiciones.

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo ;) Gracias por comentar!

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  2. es un extraterrestre, un auténtico nº 1 que no peca de soberbia, sino todo lo contrario, como solo los auténticos nº 1 pueden ser

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  3. Totalmente de acuerdo. Soy incondional suya desde hace años y la clave de todo está ahí, en cómo es como persona: la manera de ganar y de perder, la manera de ser, en definitiva.

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