Ayer por la tarde, con Twitter abierto en el ordenador mientras atendía a otras ocupaciones, iba leyendo algunas frases sueltas de la comparecencia de Esperanza Aguirre ante los medios de comunicación y no daba crédito. Como sabemos, la candidata popular a la alcaldía de Madrid no logró la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo (en las que tanto su formación como el PSOE sufrieron un descalabro importante, aunque la pérdida de poder se prevé mayor para la formación conservadora), por lo que la aspirante de Ahora Madrid -apoyada por Podemos-, Manuela Carmena, se perfila para hacerse con el bastón de mando en la capital.
Hasta aquí todo normal: unos ganan, otros pierden; los que pierden buscan el lado positivo por complicada que sea esa tarea -nadie pierde realmente, si se analiza sus discursos, siempre es así- y si hacen autocrítica suele ser pasando de puntillas por los errores que hayan podido cometer. Las historias se repiten en cada noche electoral (¡y me gustan esas noches pese a todo!). La resaca también suele ir por el mismo camino: entre los derrotados (aunque no lo reconozcan) algunos deciden quedarse en la oposición y otros se marchan. No creo que ninguna de las dos posturas sea mejor que la otra por norma general, sino que depende de muchos factores.
El caso es que Esperanza Aguirre ha protagonizado un episodio como yo nunca antes lo había visto. No lo tenía desde luego entre estos guiones que comentaba que todos tenemos interiorizados y que, con más o menos variantes, se dan cada vez que hay elecciones. Ella, como decía El Huffington Post jugando con su nombre, ha dado una sensación de desesperación con la que ha rozado el ridículo. Por sus propuestas y por sus argumentos. ¿En qué cabeza cabe ofrecerle su apoyo a Carmona -socialista- para que gobierne? ¿No están PSOE y PP en las antípodas? Parece que si se trata de impedir el avance de Podemos -ahora Aguirre dice que su objetivo la regresar a la política era ese, en plan salvadora-, no lo están, a ojos de la exministra. Por suerte, el candidato socialista le respondió, según él, un "no rotundo".
Y luego ha venido el más difícil todavía. Hoy la señora que nos ocupa se ha ofrecido a gobernar junto a Ahora Madrid (candidatura apoyada por Podemos) si "renuncian a los soviets en los distritos", una frase que ya va camino de hacerse célebre. Es decir, primero quiero evitar a toda costa que gobiernen y después me ofrezco a hacerlo junto a ellos. Supongo que si tuviera dos dedos de frente sabría que ni Carmena ni Carmona (parece un trabalenguas, sí) iban a aceptar sus propuestas sin pies ni cabeza. Y ya no sé si los tiene o no. De Aguirre siempre se ha dicho que es la típica que se hace la tonta (o que lo parece) y que en realidad es muy inteligente. Desde luego, siempre le ha sobrado prepotencia y lo del domingo tiene que haberle dolido, pero viendo su actitud parece que es inimaginable hasta qué punto. Tampoco tengo claro si se trata de no saber perder, de que se aferra al poder por encima de todo, de que se le va la cabeza, de que realmente piensa lo que dice sobre Podemos y ve en ellos a la peligrosa amenaza que retrata cuando se refiere a este partido... Ni idea.
Paralelamente, nuestra protagonista ha admitido que no se ha leído el programa de Ahora Madrid. Lo cual no ha sido impedimento para hacer graves acusaciones. A mí Podemos no me hace gracia -no por que comparta los argumentos que contra ellos expone Aguirre, ojo-, pero por lo que he escuchado a Carmena, ella no me tiene mala pinta. Al margen de eso, una cosa tengo clara: menos que la gente como Aguirre no me gusta casi nadie.
Sólo he estado fuera del sistema democrático cuando aún no lo había y estaba luchando por él. Seamos serios, por favor, Madrid lo necesita.
— Manuela Carmena (@ManuelaCarmena) Mayo 26, 2015
No sé si reír o llorar con cada una de sus barbaridades.Es el colmo del disparate cada vez que abre la boca esta señora.
ResponderEliminarPor cierto,no es la única que está dispuesta a pactar con quien sea para frenar el avance de Podemos.Aquí en Alcalá Javier Bello,el alcalde en funciones,sigue la misma manera de proceder que la "súper abuela".
http://diariodealcala.es/actualidad/politica/item/18947-bello-seguir%C3%A1-el-ejemplo-de-aguirre-y-ofrecer%C3%A1-un-pacto-al-psoe-y-ciudadanos
Hay mucho desesperado por el poder, parece mentira...
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