viernes, 28 de noviembre de 2014

Cuando las prisas añaden más drama al drama

Seguramente no tiene mucha razón de ser, pero creo que es cierto que un suceso impacta más cuando ocurre cerca. Y esta tarde en Vigo ha tenido lugar un atraco a un banco que se ha saldado con dos fallecidos -el delincuente y una policía- y un herido grave. Estuve muy atenta a la prensa a través de Internet para conocer el desarrollo de los acontecimientos. Y así tuve oportunidad de ver cómo se cometían gravísimos errores en medios de prestigio al informar de una tercera muerte -la de otro policía que sigue hospitalizado tras haber recibido varios disparos, el herido grave al que aludía antes- y difundir una foto de la fallecida que en realidad correspondía a otra persona. También se habló de una circunstancia familiar que, al parecer, no era cierta: que la joven (36 años) se acababa de reincorporar tras una baja maternal.


Atraco en Vigo, noviembre 2014, Vanessa María Lage Carreira
La sucursal de Abanca donde se produjo el atraco, en el barrio de
O Calvario, tras los hechos. Foto: Xoán Carlos Gil (La Voz de Galicia).






¿Cuál es el porqué de estos errores? Caben pocas dudas, creo. El motivo reside en las ansias de ser los primeros, de adelantarse a la competencia. Todo deriva de la exigencia de inmediatez, algo que en lo que desemboca luego, a su vez, es no solo en un ridículo espantoso, sino también en perjuicios a terceros, seguramente (los familiares de la persona que en realidad no había muerto y que pudieron leer lo contrario, quien haya visto la foto de la chica que no era la víctima...). ¿Merece la pena? ¿Por unos minutos? O como si hubiera que esperar horas.

Suscribo estas palabras, que creo que todos deberíamos asumir e interiorizar.






Quiero dejar claro que criticar es muy fácil -lo digo siempre- y que hay que saber de lo que se habla para hacerlo. No es mi caso. Yo nunca he estado en la situación de tener que cubrir una información de estas características. No sé cómo respondería o cómo me estarían presionando otras personas para cumplir con esa inmediatez que seguro que les exigieron a los responsables de los errores que comento. Pero estoy segura de que esas equivocaciones -que no es la primera vez que suceden ante situaciones parecidas- invitan a una profunda reflexión generalizada. Que bastante grave y dramático era lo ocurrido como para echar más leña al fuego.





No puedo dejar al margen la relación de este caso con la tantas veces comentada peligrosidad de las redes sociales. Sospecho que la foto que no correspondía a la chica (y que publicaron, al menos, El Mundo, La Razón -estos, con su logo a modo de marca de agua, para que nadie les robara el mérito, imagino-, ABC y Faro de Vigo) procedía de un perfil de una persona con el mismo nombre. Y en Twitter intuyo que surgieron las informaciones falsas de que el atracador muerto era rumano (era vigués, en realidad) y de que la policía acababa de ser madre. Todo esto, junto con la muerte que no se había producido, se propagó con gran velocidad por estos medios. Además, siempre hay algún indeseable como el que fue detenido ayer por felicitar al atracador asesino, también en Twitter.



La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, difundió la
información de que Vanessa Lage era madre de un bebé, luego desmentida.
Es comprensible que se dé credibilidad a lo que diga alguien con su responsabilidad.



De acuerdo con un tuit de un periodista de El País (que cayó en alguno de los fallos que señalo), a ellos Interior les confirmó el segundo fallecimiento. Si eso es cierto*, ya no solo se trata de que el profesional del medio contraste y se cerciore, sino de que lo haga la fuente que debe confirmar. Errores en cadena. O aquello de unos por otros y la casa sin barrer. Esto ha llevado a desinformar en vez de informar, a meter el dedo en la llaga, a empeorar un drama que ya era suficientemente trágico en sí mismo. Ese no es nuestro papel, y no deberíamos perder de vista cuál sí es.

*El hecho de que El País sea el único de los medios que publicó el deceso que alegue esto me hace desconfiar.




Ya se sabe que de los errores, y a base de golpes, se aprende. Esto es aplicable a nosotros, los periodistas, y no solo, porque no quiero obviar que no sé por qué ni si tiene alguna lógica, pero los agentes no iban provistos de chalecos antibalas.

Dicho esto, descanse en paz Vanessa María Lage Carreira (mañana, en Balaídos, guardaremos un minuto de silencio* por ella) y toda la fuerza del mundo para su compañero, que continúa luchando por su vida.


*Actualización 29/11/2014: El minuto de silencio al que me refería no fue respetado por un grupo de ultras impresentables (pertenecientes, al parecer, a la peña Celtarras), lo que obligó al árbitro a cortarlo a los pocos segundos. Una auténtica vergüenza. Cabe señalar también, eso sí, que la gran mayoría del público recriminó a este sector acto seguido con silbidos y gritos de "fuera".


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8 comentarios:

  1. En demasiados casos los policías nacionales,los municipales e incluso los guardias civiles tienen que comprar sus chalecos,las fundas de las armas u otros complementos de sus uniformes por su cuenta porque no se los dan.A ese punto han llegado los recortes dentro de los cuerpos de seguridad del estado.
    ¿Por qué los agentes de Vigo no llevaban sus chalecos antibalas? Lo tendrá que aclarar el policía herido,por lo que espero que se recupere lo antes posible y dé su versión de los hechos.


    Con respecto a los rumores que se dan por ciertos en internet,por qué no se comprueban antes? Más vale dar información correcta que luego tener que desmentirla sobre la marcha,como apuntas tú.

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  2. Cuando lo vi por la tele se me pusieron los pelos de punta que espanto.
    Los periodistas sois victimas de esta sociedad ávida de información que lo quiere saber todo y lo quiere saber ya.
    Como es lógico muchas veces no os da tiempo a contrastar la información debidamente y pasa lo que pasa sois humanos como todos.

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  3. También en el caso de la muerte del ultra del Dépor hubo esto que ahora se llama "desinformación". En La Sexta estuvieron hablando del incidente durante todo el día y todas las informaciones estuvieron acompañadas de imágenes de la afición del Celta, tanto radical como no. Supongo, por las imágenes predominantes, que esto se debió a que la última gran bronca de radicales fue la de Celtarras y Riazor Blues en Vigo, que también quedaron para pegarse, y eran las imágenes de archivo más recientes, pero todo el tiempo se podía ver un escudo del Celta de fondo y las calles cercanas a Balaídos. Además, durante todo el tiempo se dio mucha información al menos incompleta. Con el tema de los autobuses de los Riazor Blues armaron un lío incomprensible. Se sabe que desde que a los coruñeses en general se les fue la oya y rompieron todos los autobuses celtistas en un derbi las empresas de autobuses coruñesas se negaron a alquilar autobuses para el siguiente partido en Vigo (que fue cuando quedaron para pegarse). Durante todo el día hablaron de este tema, incluso con el empresario de Lugo que le alquila ahora los autobuses, y no fueron capaces de dar la información correctamente. Era necesario contar lo que yo estoy diciendo para entender por qué los Riazor Blues se cansaron de decir que llevan años alquilando los buses en Lugo y creerles. También se empeñaron en decir que los clubes no hacen nada por disolver estas peñas, cuando un club de fútbol no tiene poder para hacer tal cosa. Si la peña está dada de alta como asociación sin ánimo de lucro es cosa de un juez disolverla. Estas peñas nunca están en las federaciones de los equipos a los que dicen seguir, por tanto el control de su existencia está muy lejos del club de fútbol, por mucho empeño que estos pongan. Esto hay que contarlo porque hay que separar las responsabilidades de cada uno. Un club puede reservarse el derecho de admisión en el estadio y muchas otras cosas, pero no forzar la disolución de una peña. Todo esto de los ultras me puso de muy mala leche. No se contaron las cosas ni como son ni las que son se contaron bien. Un auténtico desastre. Por no hacer ni siquiera nombraron al periodista Antonio Salas, que se infiltró en los Ultra Sur y escribió Diario de un Skin. Fatal el tratamiento periodístico en La Sexta de todo este asunto. Y siento meter esto en el tema de la muerte de la policía, pero lo hago por el tema periodístico y no por igualar ambos incidentes.

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  4. Una cosa sobre los chalecos antibalas. Estos dos policías fueron al atraco porque estaban patrullando por el barrio. Supongo que salvo algunas unidades muy especiales los policías no llevan los chalecos con ellos. Aunque haya deficiencias en este sentido, no creo que haya que centrarse en si los llevaban o no y por qué. Yo entiendo que el problema fue que los refuerzos no llegaron a tiempo y estos sí irían ya preparados para un atraco a mano armada y no con uniforme de patrulla, por decirlo de alguna manera.

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  5. Parece que sí se está recuperando el agente, afortunadamente. Respecto a los rumores, parece que en este caso las redes sociales extendieron las informaciones falsas que difundieron los medios, pero estos no las recogieron de allí. Parece ser que la segunda muerte llegaron a confirmarla fuentes oficiales y, a partir de ahí, cuando un medio lo da, el resto suelen lanzarse dándole credibilidad.

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  6. Ya, en efecto, es como dices. Pero hay que tener mucho cuidado y no dejarse llevar, especialmente en temas tan delicados como este, con muertes de por medio.

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  7. Sobre este tema comenté un poco en el siguiente post, pero sin meterme mucho porque aún ni había muerto el ultra de Riazor Blues cuando lo hice. En TVE también utilizaron imágenes de un derbi Balaídos, y en concreto de la afición del Celta gritando "puta Coruña, puta Riazor", que no me parecen bien esos cánticos, pero también me pareció que no venía muy al caso poner el foco ahí cuando la afición del Celta no tiene ninguna implicación en este asunto. Yo que ya estaba escandalizada por los que rompieron el minuto de silencio por la policía asesinada y mira lo que pasó al día siguiente.


    Es verdad que se informa muy mal y con muy poco rigor demasiadas veces. Se habla mucho de no equiparar a asesinos y víctimas, y es verdad que hay que diferenciar, pero también que todos iban a lo que iban (la teoría de la emboscada, como que no cuela...), que no es como si cogen a alguien inocente que pasaba por allí sin comerlo ni beberlo. Santos no creo que haya en ninguno de los dos lados ni en los ultras de ningún equipo.

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  8. Entiendo lo que dices, pero al final lo que se ha ido sabiendo es que en Vigo no tienen siquiera chalecos antibalas femeninos (y masculinos, muy pocos), así que por desgracia la policía parece que en ningún caso podría haber ido bien preparada para esa situación... También entiendo que son situaciones que raramente se dan aquí y que siempre cogen por sorpresa, pero hay que estar prevenidos, que si no luego pasan estas cosas...

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