En el post anterior, pocas horas después de producirse el accidente de tren de Santiago y sin conocer realmente todavía su magnitud -iban 35 fallecidos en el momento de publicarlo, al filo de la medianoche-, no quise comentar nada en relación a algunas prácticas periodísticas que ya entonces habían empezado a llamar la atención y que, con el paso de las horas, no hicieron más que multiplicarse. Hoy, ya en frío, sí quiero reflexionar sobre algunos aspectos, más como la espectadora/oyente/lectora que fui que como una periodista que nunca se ha visto en la situación de cubrir un suceso así (*con una pequeña excepción que cuento al final de esta entrada) ni mucho menos ha tenido que tomar decisiones al respecto de cómo hacerlo.
Foto: Twitter de TVG. |
-La cobertura de las televisiones públicas. Nada más conocerse el siniestro, leí las primeras críticas a una TVG a la que luego se le reconocería mayoritariamente su gran labor informativa de la tragedia. Es cierto que inicialmente no había imágenes, sino una conexión telefónica con una periodista que informaba corriendo -asfixiada- y que apenas tenía datos, que el presentador del Telexornal al que le tocó ponerse al frente del especial mostraba dificultades para expresarse correctamente en gallego ya sin un prompter que leer, que pasaron a otros contenidos -la visita del Papa en Brasil- en vez de seguir ininterrumpidamente con la catástrofe. Todo esto, como digo, en unos primeros minutos de confusión en los que ya hubo las primeras críticas. Luego emitieron algunas imágenes que para muchos no eran adecuadas -no podían editarlas antes-. Quiero decir con todo esto que tendemos a poner el grito en el cielo desde el minuto uno -básicamente, me refiero a los tuiteros- sin pararnos a pensar en la dificultad de las circunstancias y en que los medios no siempre pueden ser instantáneos, todopoderosos ni mucho menos perfectos. Insisto en que, desde el día siguiente, el reconocimiento a la pública gallega fue unánime dentro y fuera de la comunidad. Fueron la referencia informativa.
Titular de la web de temática televisiva Fórmula TV reconociendo el trabajo desempeñado por la Televisión de Galicia. |
En cuanto a TVE, el discurso de que la situación era complicada y demás sigue siendo válido, pero en su caso estuvieron mucho más lejos de salir airosos. Marta Jaumandreu anunció el accidente mediado el Telediario para volver a mencionarlo al final del mismo. Luego la cadena continuó con su programación habitual durante casi dos horas, hasta alrededor de las 23.00, cuando la información que ofrecieron evidenció una clara falta de medios e incluso de datos -errores relativos al tipo de tren accidentado, por ejemplo-. Mientras, en el Cana 24 horas pasaba lo mismo e incluso llegaron a usar una imagen perteneciente a otro suceso ferroviario de hace una década. La propia TVE ha acabado por reconocer que no estuvo a la altura.
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TVE utilizó en un primer momento una imagen de archivo de otro accidente para ilustrar el suceso de la capital gallega. Foto: @AntonioMaestre. |
-Las privadas nacionales. La mayoría de las principales cadenas nacionales continuaron con su programación prevista tras mencionar lo ocurrido en sus noticiarios. Me quedaba atónita al cambiar de un canal para otro y continuar viendo, por ejemplo, a Jorge Javier Vázquez y su Hay una cosa que te quiero decir en Telecinco como si nada. Otros, como La Sexta, empezaron un especial pasadas también las 23.00, lo que evidenció una escasa capacidad de respuesta que no creo que sea atribuible a sus profesionales como se hace a veces. Hablamos de un accidente que a esas horas ya se había convertido en la causa de unas 40 muertes. ¿Y si hubiera ocurrido en Madrid, Barcelona u otra gran ciudad?
-Acoso a las víctimas. Un periodista de Telecinco, de El programa de Ana Rosa, fue descubierto acosando a través de Twitter a todas cuantas personas que fueron víctimas o testigos de la tragedia encontraba. Les pedía que lo siguieran para contactar por privado y muchas personas criticaron su actitud. Al día siguiente se disculpó, alegó que era un becario y que desde el programa ya le habían explicado que esa no era su forma de actuar. Lástima que no sea cierto: yo misma vi exactamente la misma conducta a familiares de las víctimas del Madrid Arena el pasado noviembre, también a cargo de un "profesional" del espacio que conduce Ana Rosa Quintana. Ver este magazine una mañana cualquiera hace que a nadie le extrañe lo que hizo este chico. Estoy segura de que no habrá sido el único caso estos días.
PIDO A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. R E S P E T O. NO SON MOMENTOS
— Marta Besada Garrido (@M_Besada) July 26, 2013
Tuit publicado ayer por una joven que perdió a su hermana de 18 años en el tren. Durante horas, intentó localizarla a través de Twitter, lo que dio una difusión mayor a su caso.
Uno de los tuits del "periodista" de El programa de Ana Rosa. Es solo un ejemplo, se dirigió a muchas otras personas en los mismos términos, como se puede apreciar, por ejemplo, en esta otra captura. Foto: @jaimegs04 |
-Morbo, morbo, morbo. Todos los medios -o muchos- han recogido después las historias de los fallecidos: edades, a qué se dedicaban, por qué iban en aquel tren... Se hace siempre en estos casos, pero personalmente me cuesta entender el interés que tiene esto más allá de un morbo que no deberíamos potenciar. Me temo que muchas de esas fotos se sacaron de las redes sociales y me gustaría saber si todas esas familias estaban de acuerdo con que fueran vistas. Por no hablar de quienes no confirman y publican fotos de personas ajenas al accidente como si fueran una víctima -como le ocurrió a David Perdomo-, el colmo de los colmos.
A la izquierda, captura de la web La Voz Libre con la captura de David Perdomo
como si fuera uno de los fallecidos; cuando se les informó dijeron "lo revisaremos"
y, obviamente, acabaron por retirarlo. A la derecha, WhatsApp de una superviviente
a su pareja publicado por varios medios y a que no encuentro gran valor informativo.
Incluso si los interesados dan su consentimiento, sigo pensando que habría que replantearse ciertas cosas. Como entrevistar en la habitación del hospital a un niño de 13 años -TVE y supongo que otros- o hacer una noticia con un angustioso WhatsApp que una superviviente remitió a su pareja tras el accidente. Sobre la lista de víctimas, solo decir que para mí sería un requisito imprescindible para publicarla que todas y cada una de las familias de las víctimas y los heridos sin excepción hubieran dado su consentimiento para que esa información se hiciera pública. No sé si ha sido así. Lo dudo.
-Comunicado Rajoy. Sin intención de hacer política, lo del comunicado del Gobierno con un último párrafo que hablaba del terremoto de Gansu fue absolutamente lamentable. Pueden darse muchos tipos de errores, los cometemos todos, pero simplemente releer antes de divulgar hubiera sido suficiente para evitar una equivocación de tal calibre. No ha faltado el comentario apuntando a un posible becario (en la época estival, la excusa fácil), que ya me cansa un poco: todos o muchos hemos sido becarios, profesionales en formación, inexpertos, que están aprendiendo y, lo más importante, que están a cargo de otras personas. A esas personas sería en todo caso a las que corresponde la responsabilidad.
El comunicado del Gobierno alude al terremoto de Gansu en el último párrafo, lo que evidencia un corta y pega de libro. |
-La trampa de Twitter. Un diputado del PP en las Cortes Valencianas lamentó que la tragedia hubiera impedido celebrar el dato de la EPA. Pidió disculpas y borró el tuit, insinuando luego que nunca había escrito tal cosa. De Twitter he hablado muchas veces: pensar antes de escribir (en ese caso, simplemente ¡pensar en general!), no hay más.
Tuit de Rafael Maluenda. Captura de @Triskel3. El original fue borrado e incluso negado por su autor. |
-Periodistas y jueces. A día de hoy, yo no sé hasta dónde llega la responsabilidad del maquinista; ni yo, ni nadie, por el momento. Sin embargo, este ya ha sido condenado por algunos medios, como tantas otras veces en casos similares. Si realmente es suya toda la culpa, ¿se gana algo con lapidarlo en exclusiva? ¿No va a haber tiempo de contar que todo es su culpa cuando esté confirmado? ¿Y si no se confirma? A mí ese "tenía que ir a 80 y voy a 190" me deja en el aire si el hecho era por su voluntad o por algún fallo. Y un comentario antiguo en Facebook del ferroviario, probablemente sacado de contexto, no resuelve mis dudas y no creo que tuviera que haber dado lugar a una noticia.
-Imágenes en prensa. Las imágenes de los cadáveres en algunas portadas ha levantado una gran polémica. Personalmente, creo que algunas eran bastante innecesarias. En contraposición, quiero terminar con mi reconocimiento para esta primera de El periódico de Catalunya y a la cara amable de la tragedia:
*En el verano de 2008, durante mis primeras prácticas, me enviaron al aeropuerto de Peinador coincidiendo con el accidente de Spanair en Madrid, aquel mismo día para hablar con gente que llegaba a Vigo procedente de la capital; al siguiente, para habar con quienes iban a viajar con esa misma compañía. Ayer se criticaba algo similar: se intentaba hablar con las personas que iban a coger el tren que hacía la misma ruta que el accidentado a la misma hora.
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