El PP está con los jóvenes que se levantan cuando suena el despertador. No quieren saber nada de los amiguetes de los socialistas que se dedican a quemar contenedores, organizar huelgas silvestres y fumar cannabis en vez de dar el callo. Esta es, casi textual, la idea que transmitía este fin de semana el presidente de Nuevas Generaciones del PP en Cataluña, José Antonio Coto, en un discurso de esos para enmarcar. Porque no es la primera vez que la verborrea se les va de las manos a esos jóvenes que, suponemos, son el futuro del PP -tardaré en olvidarme de las barbaridades que salieron del teclado de Luis Gutiérrez, miembro de las NN GG de Majadahonda en el momento en que dudó de que el hijo de la "tipeja" Pilar Manjón fuera realmente víctima del 11-M.
Las declaraciones de José Antonio Coto no han tenido demasiada trascendencia. Puede que porque ya no sorprende viniendo de quien viene, ni a propios ni a extraños. Yo, después de oirlo este domingo en A vivir que son dos días (Cadena SER), busqué a este individuo en Twitter y curioseé en su blog. Allí dice de sí mismo lo siguiente: "Considero fundamental ser consecuente con los pensamientos y creencias de cada uno. Siempre que se haga desde el respeto a los demás". Literatura barata en su caso, porque ni de lejos pone en práctica, visto lo visto.
José Antonio Coto (izquierda) y Antonio Plaza (derecha).
Coto exigía poco después de esto en su cuenta de Twitter -donde no contestó a ninguna de las críticas recibidas por sus palabras- disculpas al PSOE por las declaraciones del responsable del partido en Zamora, Antonio Plaza, que dijo que "hay que ser tonto para ser joven y de Nuevas Generaciones". No es cuestión de usar la vara de medir, está claro que también esta intervención es cuestionable. Pero, ¿es el más indicado para quejarse quien antes ha dicho lo que este -también- diputado popular ha dicho? Que él lo ha hecho mal -aunque ni lo reconozca ni muestre ningún tipo de arrepentimiento, sino que únicamente actúe como si nada anormal hubiera pasado mientras se permite criticar acciones del mismo tipo-, pues el otro peor. El clásico "y tú, más".
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