jueves, 22 de mayo de 2014

Partido a partido, argumento a argumento

Que te toque en una mesa electoral -nunca me ha sucedido, y debo de ser la única persona que siempre digo que me gustaría probar la experiencia- no suele ser una buena noticia para la mayoría de la gente. Al contrario, por qué no decirlo, se considera un coñazo del que casi todo el mundo quiere huir. Pero pensaba que también estaba bastante asumido eso de que si te toca, te aguantas (exceptuando una serie de supuestos comunes en los que ya es habitual que te permitan no cumplir con este deber ciudadano).


A José Antonio Hernáez la excusa de tener entradas para la final
de la Champions entre Atlético y Real Madrid le ha valido para
librarse de estar en una mesa electoral, tal y como le había correspondido.

Pues bien, hoy se publicaba la noticia de que un hincha del Atlético ha conseguido quedar exento de estar en la mesa como le había correspondido (en calidad de suplente) debido a la final de la Champions, a la que va a asistir en la víspera de las elecciones europeas del domingo. Lo cierto es que suena a cachondeo, pues hay gente a la que verdaderamente le puede causar un trastorno importante y tiene que apandar.

Entiendo que era una faena para el aficionado, pero ni siquiera tenía que renunciar a ir al partido, solamente darse un palizón e ir de reenganche al colegio electoral (él mismo explica que llegaría a Madrid a las 7.00 y los colegios abren no recuerdo si una o dos horas más tarde). Y aunque le hubiera impedido ir, así son las cosas. Me parece poco serio que le hayan dado la razón, pero, por otra parte, encuentro digna de elogio su actitud, pues que hizo lo que estaba en su mano: se molestó en redactar un escrito, argumentarlo detalladamente, intentó algo que cualquiera hubiera dado por perdido y se salió con la suya. Como cuenta la noticia de El Mundo en la que me he inspirado para titular el post, siguió de alguna manera la consigna del llamado cholismo, partido a partido (ni que fuera Simeone el primero que lo dice, pero vaya, ese es otro tema). Le echó morro y le salió bien. O que non chora non mama, que suele decirse. También tiene su mérito.

Y una cosa más: seguro que habrá motivos que desconozco por los que no se hace así, pero pienso que el estar en las mesas debería ser voluntario y con prioridad para personas desempleadas, por ejemplo, ya que existe una pequeña compensación económica. Sea como sea, ni esté aficionado ni yo estaremos en mesas electorales este domingo. Aunque a la cita con las urnas sí que no pienso faltar.