Una de las noticias del día de ayer fue el despido del periodista deportivo Josep Pedrerol de la cadena de ultraderecha Intereconomía, donde conducía un espacio nocturno sobre fútbol con gran éxito. Nunca he visto este programa, Punto Pelota, pero sí conozco la manera de proceder de este medio, en gran medida por fragmentos mostrados en El Intermedio y también por algunas de sus acciones más sonadas. Digamos que les encanta dar lecciones de moral y decir a la gente lo que tiene que hacer, siempre en consonancia con los principios que definen su ideología*, acorde con la derecha más reaccionaria y con la Iglesia.
*Ideario de Intereconomía. He de decir en su defensa que, en un vistazo por encima (su lectura completa me da demasiada pereza) no veo que diga nada relativo a remunerar a los trabajadores, igual se presupone que si las cosas se ponen feas, toca hacerlo por amor al arte. Cosas peores se han visto en semejante empresa, como sus razones para que no se usen preservativos en África.
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| Josep Pedrerol. Foto: exclusivadigital.com |
Los problemas económicos de la cadena son de dominio público desde hace tiempo. Ellos mismos llegaron a frivolizar en Twitter con la propia noticia de su cierre (poco después explicaban no sé qué innovación o cambio), que se ha rumoreado muchas veces como consecuencia de su decadente situación. Esta les ha llevado al impago de trabajadores, algo que denunció Pedrerol y que, salvo una poco probable casualidad, fue lo que le costó el puesto de trabajo.
Reflexión de madrugada: Me lo paso tan bien en @PUNTOPELOTA que tendría que pagar por hacerlo #ironiaon. Descansad!!!
— Josep Pedrerol (@jpedrerol) diciembre 4, 2013
Pedrerol hizo público que le debían seis meses y que había tenido que pedir un crédito para poder abonar los salarios de la gente de su productora, encargada del programa. A partir de ese momento -al parecer, llevaba tiempo insinuándolo también durante las emisiones-, se les impidió a él y a su equipo la entrada a las instalaciones de la cadena y se les hizo saber que el contrato entre ambas partes acababa de ser rescindido de manera unilateral. El sustituto desde ayer mismo es aquel periodista de segundo apellido impronunciable recordado por hacerse cargo en Antena 3 de Impacto TV y sucedáneos, Carlos García Hirschfeld. ¿Esperará cobrar algo?
El caso es que unos tipos que se permiten atacar de manera irracional a todo el que no defiende lo mismo que ellos se permiten también adeudar meses y meses a sus trabajadores (no era un problema exclusivo de Pedrerol, obviamente). Y a quien lo denuncia públicamente, lo echan a la calle, y la vida sigue, tan tranquilos. Porque despotricar contra lo que no gusta es fácil, pero predicar con el ejemplo ya es otra cosa.
