Los propietarios de coches viejos tienen más papeletas para morir al volante. Es, traducido a mis palabras, el nuevo mensaje de la DGT que, al parecer, se está poniendo en contacto con los conductores de vehículos de cierta antigüedad para concienciarles de que este factor incrementa sus posibilidades de tener un accidente con consecuencias fatales.
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Encabezamiento y fragmento de la carta en cuestión. |
La verdad es que nunca me lo había planteado exactamente de esa manera. Pero bueno, lo justifican con un estudio y habrá que darle cierta credibilidad... o no. Porque, en cualquier caso, ¿para qué está la ITV? Se supone que garantiza que todos los coches que circulan están en condiciones de hacerlo. Asegura la Dirección General de Tráfico que no está "pidiendo a nadie que compre un coche". Pues ya si de entrada tienen que hacer esta aclaración, es porque es muy evidente que parece lo contrario.
Cabe recordar que estamos en crisis y que lo normal será que quien tenga un coche que funcione lo exprima hasta que aguante. Entre otras cosas, porque es muy probable que buena parte de las personas en esta situación no estén en disposición de realizar el desembolso que requiere una compra así. Y si ahora tienen un accidente, ¿va a ser culpa suya? ¿Lo siguiente será una multa? Esta casi equiparación del "conducir bebido", "conducir sin casco (en la moto)" o "conducir sin el cinturón de seguridad" con "conducir un coche viejo" me parece un castigo un tanto injusto.
En el año 2008 mi familia despidió a nuestro R-7 después de 28 años de servicio
y funcionando todavía. Debajo, una de sus placas, recuerdo del vehículo.
Y tengo que aprovechar la ocasión para contar que mi padre tuvo un coche (su primer coche) que utilizó durante cerca de tres décadas. No exclusivamente, pues compró (compraron mis padres, vaya) un segundo, y en los últimos tiempos, el más veterano solo lo conducía por ciudad. ¿A partir de qué antigüedad un coche se debe considerar viejo? ¿Cuánto tiempo entonces estuvimos toda mi familia poniendo en riesgo nuestras vidas? No lo sé, el caso es que estábamos muy orgullosos del R-7 verde y nos despedimos con pena de él coincidiendo con la compra de un nuevo coche en la familia (ya el tercero; el segundo también vivió sus dos décadas, por cierto), aunque el primer Renault todavía funcionaba. ¿Qué hubiera pensado mi padre si le envían esta carta cuando el coche tenía, por ejemplo, diez años? Se lo preguntaré...