La Royal Modern Family

Urdangarin podría marcharse a entrenar Catar de la mano de Valero Rivera. Es la última noticia, con la que nos levantábamos hoy, de un culebrón cuyos primeros capítulos empezaron a desvelarse hace cosa de dos años. El penúltimo había sido la imputación de su esposa e hija del Rey, la infanta Cristina, en el caso Nóos y el aplazamiento de su declaración como consecuencia del recurso de la fiscalía, apoyado por la Casa Real.

Es este un asunto en el que se me escapan muchas cosas. Lo único que parece claro es que el señor Urdangarin tiene mucha cara y menos inteligencia de la que él creía, aunque más que su esposa si es cierto, como nos quieren hacer ver, que ella ni se enteraba de nada ni participó en las prácticas delictivas de su marido.

Parodia de la serie Modern Family con la Familia Real Española
en el espacio de laSexta El Intermedio.

El duque de Palma, el mismo que se declara inocente y echa a correr cuando se tiene que enfrentar a los periodistas, no ha pedido perdón ni ha reconocido error alguno. Ni tan siquiera un "lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir". Él es más chulo que nadie. Primero lo enviaron a trabajar a Washington cuando se intuía la que se le venía encima. A su vuelta no se cortó de acudir con sus hijos -cuatro niños que quién sabe lo que sufrirán por culpa de las actuaciones de su progenitor- a ver los partidos del Mundial de balonmano. Ahora, a trabajar a Catar. Entremedias tuvo la desfachatez -una más- de decir que la fianza que le impusieron abocaba a su familia a un "empobrecimiento injusto".

Urdangarin corriendo para dejar atrás a la prensa en Washington.

El esposo de la infanta tuvo que ver cómo salían a la luz correos
electrónicos donde firmaba como "El duque em...Palma...do".

Es lo malo que tiene que uno se crea intocable o, peor, de que lo sea de hecho. Porque nos queda por ver qué ocurrirá finalmente con los duques. También con el Rey -cacerías de elefantes, cuentas en Suiza de su padre, Corina y otras amantes- y con la monarquía. Los veo en sus actos, en aquellas visitas al hospital en la última operación del rey y me parecen pantomimas. Pantomimas que llevan haciendo durante años de cara a la galería mientras por detrás ocurrían otro tipo de cosas. El Rey era un tipo campechano que tuvo un papel fundamental en la Transición y en el sistema democrático español. ¿Tiene ese mérito que servir para que se le permita todo? Yo creo que no.

Pero digo era, porque al menos parece que algo está cambiando. Como decían la semana pasada en El Intermedio, en la parodia de Modern Family que podéis ver en la imagen de arriba y en vídeo debajo, "los tiempos en los que las mayores preocupaciones de esta familia eran salir en portada de El Jueves o que hubiera nieve polvo en Baqueira" parece que por fin han quedado atrás. La Royal Modern Family, con delincuentes, irregularidades y amantes incluidas, está en el punto de mira y parece que va a dejar de valer todo. Esperemos.

La Royal Modern Family en El Intermedio,

 con Dani Mateo y El Gran Wyoming.